Vengo de pasar unos días de vacaciones con mi familia y he estado reflexionando nuevamente sobre algo que no para de rondarme la cabeza. Desde hace diez meses, tengo la suerte de ser tito. La sensación de tenerlo en brazos por primera vez, escucharlo reír y que te abrace es algo inigualable. Verlo crecer, aún más.

Adrián es un pequeñajo excepcional y muy feliz. Se merece todo lo bueno. Aún así, el mundo que le rodea a mi sobrino parece cada día menos halagüeño, nuevas guerras, emergencias sanitarias mundiales, el cambio climático… El maldito cambio climático. ¡Eso es lo que me trae loco últimamente!

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Andar y contar es mi oficio. En Twitter @daniperezweb_