Hoy Triana y el socialismo lloran. También el Betis, porque él era muy bético. Paco Arcas siempre fue querido en Triana y en su familia; admirado por todo aquel que le conocía. Imagino ahora a las golondrinas de Bécquer llevando rosas hasta él. También le imagino sonriendo.

Para quien no conozca a Paco Arcas, él fue fundador de la Agrupación del PSOE en Triana y del bar las Golondrinas. Amado en Triana, y hay una placa junto al mercado que lo recuerda siempre y que lo recordará. Hoy, ocho de julio ha partido un nuevo viaje; un viaje lejos, pero que no dejará de estar cerca de su barrio y su familia.

Me vais a perdonar, pero hoy estoy dolida; muy dolida. Paco Arcas, además de ser todo lo que he citado, era el primo de mi abuela y eran idénticos, hasta sonriendo. Tenía el corazón más grande que he conocido nunca y una nobleza encomiable. Alguna vez le visité en su Triana y en su Villanueva del Río y Minas y tuve la oportunidad de escucharle contarme cosas, no solo de la familia, sino también de su vida. Una vida apasionante y de la que se deberían escribir cientos de libros.

Me contó su embarque en el barco de Ybarra, cuando fue cartero, cuando conoció a su mujer, mi tía Beatriz, cómo fundaron el bar y cómo consiguieron su casa… Y yo lo escuchaba, porque tenía esa suerte, y más le admiraba. Recuerdo, en Villanueva del Río y Minas, decirle que el día que fuese periodista tendría que hacerle una entrevista porque no he conocido jamás una vida más lleva de vida que la suya. Él se reía y me dijo que sí. No ha podido ser, tito, eras la entrevista que más deseaba hacer; aunque, en la intimidad de aquel salón en Villanueva del Río y Minas y entre nosotros ya la hice y para mí quedan todas aquellas respuestas.

Nunca me han gustado las despedidas. De hecho, sé que esto no es una despedida, sino un hasta luego. Sé que ahora estás con mi abuela y con tu prima Ángeles, cuidándoos y cuidándonos a los que nos quedamos aquí abajo, a tu familia y barrio. Gracias, tito, por tanta lucha por la libertad en épocas difíciles, gracias por tanto amor a tantas personas y por tanta nobleza, por enseñar tanto a los que están a tu alrededor.

En este hasta luego que no he podido darte en persona, incluso no estando ya, me estás enseñando. Me estás enseñando a lo importante que es disfrutar y pasar tiempo con esas personas que quieres y aportan; esas personas como tú. Hoy, más que nunca se me viene ese verso de Bécquer que cito y dice así:

“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán”.

Vuela golondrina, alza alto tu vuelo. Aquí abajo has dejado una gran herencia a tu barrio, a la ciudad de Sevilla y a la gente que te quiere. Gracias por todo Paco, mi tío. Te quiero.

Periodista. Titulada en Mediación Comunicativa y escritora.