Como Andalucía y primavera son sinónimo de fiesta, Juanma Moreno decidió colocar las elecciones el último fin de semana antes del comienzo del verano. La fiesta de la democracia, seguro que sabe de lo que le hablo. Una jornada que, sin duda, invitará a votar gracias al presumible calor abrasivo que tendremos. Más de uno, con tal de evitar las altas temperaturas irá el primerísimo al colegio y lo cogerán para presidir una mesa. O para ser vocal, que da más coraje. «Los últimos serán los primeros –en irse del colegio electoral– y los primeros los últimos» (San Mateo 20, 1-16).

No me planteo el resultado de las elecciones. El amateurismo de todos los partidos que no son el de Juanma Moreno es tan abrumador que plantearse un cambio de presidencia en San Telmo suena delirante. Además, la coalición entre populares y ciudadanos merece un aprobado. Aunque fuese obligatorio mejorar lo que había.

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