Los estados fallidos son aquellos que no garantizan un mínimo de atención y cuidados a su ciudadanía como podrían ser la seguridad pública, la sanidad universal o las instituciones sociales, entre otras, y principalmente, justicia para toda la ciudadanía. Esto es lo mínimo que un estado debería garantizar a toda ciudadanía a cualquier nivel.

Imagino que muchos pensarán que el estado no debe ser un padre protector del bebé-ciudadano. Claro que no. El estado es una cobertura de instituciones compuestas por personas para cubrirnos de la intemperie en un mundo caótico y para cubrir las necesidades que nos atañen. Cuanto más pulcras sean esas instituciones, más democrático es el estado y mejor rendimiento nos da. Al contrario, deriva en estados totalitarios cuando una minoría corrupta copa toda su acción ocasionando un vacío en las necesidades de la ciudadanía, quien a su vez, genera un desapego al estado en sí mismo.

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Natural de Sevilla; en la Rábita, el mar me bautizó; aprendí a caminar y hacer travesuras como cazallero; en Dos Hermanas la escuela me dio alas, la Hispalense un motor; luego en México, bravura y...