El matrimonio que han contraído Piqué y Rubiales, Rubiales y Piqué, no necesita introducción. Aviso que no voy a hablar de fútbol. La polémica que ha desatado el periódico El Confidencial escapa de lo deportivo: un jugador en activo y el presidente de la federación de fútbol pactan comisiones y pagos para jugar la Supercopa de España en Arabia Saudí. Hasta aquí todo mal, pero entendido.
Es absurdo debatir la eticidad y la existencia de un conflicto de intereses en el asunto. Por supuesto que los hay. En España, estamos cogiendo la costumbre de debatir cosas absurdas. Este caso tiene de todo, pero vaticino que no pasará nada. Ni una dimisión, ni autocrítica, ni explicaciones sinceras; ambos, Piqué y Rubiales, se justificarán y se presentarán como mártires. De hecho, ya han salido a decir que hay una mafia desconocida detrás de la obtención de los audios filtrados a la prensa.
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