Este artículo de hoy era inevitable. Lo tenía pendiente desde el primer día. Y sabía que tenía que llegar más tarde o más temprano.

Por Germán Terrón. Efectivamente, como dije anteriormente,  el esplendor primaveral ha irrumpido con su fuerza, ya oficial. La ciudad bulle y sus gentes (sean de la tendencia que sean) han tomado las calles colectivamente. Se puede convivir en la calle: gentes de toda clase y condición, cada uno a su aire y realizando actividades variadísimas.

Mientras, dentro de los templos empiezan a surgir monumentos erigidos por un esfuerzo colectivo de siglos. Patrimonio material e inmaterial a cuidar por todos, sin excepción (incluidos quiénes huyen de la celebración).  

Así llegamos a escasas dos semanas del Domingo de Ramos y a seis días del Domingo de Pasión, dónde este año me veo ocupando un protagonismo que se me antoja excesivo. Aunque entiendo y comprendo que el afecto y el cariño, muchas veces, funcionan así: desmesuradamente. Han sido siete meses complicados, difíciles, emotivos, llenos de carga emocional y, al final, todo llega y todo pasa.

No puede uno hacer otra cosa que aprovechar para dar unas gracias enormes y sinceras desde aquí por tanto apoyo y comprensión y tantas risas y bromas, alegrando el discurrir diario.

Quiero pedir disculpas porque estos dos últimos artículos han sido más propios de un blog personal que de un portal de noticias. Pero tenía la necesidad vital de hablar de estas cosas y, además, ¿no es necesario humanizar un poco los medios de comunicación?

Por mi parte, sólo puedo desear que tengáis unos días inolvidables. Espero no defraudar en mi tarea y me despido, momentáneamente, de todos hasta dentro de unas semanitas, cuando todo lo vivido entren a formar parte de nuestros recuerdos más íntimos.

www.sevillaactualidad.com

Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...