B.Z.B.

Dicen que fue un ejemplo, uno malo sin duda. Menos mal que la fase ejemplificadora de la CEOE sólo duró 24 horas y corrieron prestos a desmentir cualquier maledicencia al respecto de posibles visos de realidad. ¿Ellos? ¿Proponiendo algo así? Pero que va hombre.

Belén Zurbano BerenguerSin indemnización por despido ni derecho al paro. ¿Sólo a mí me da vueltas la cabeza o esto es un intento de dinamitar el sistema de medio bienestar social? Qué nos expliquen a muchos jóvenes qué tenemos nosotros de especial para tener que –o querer tener que- trabajar sin las mínimas garantías de seguridad y futuro que el resto de trabajadores españoles sí tienen. A ver si de tanto alargar la etapa educacional/ formativa –que nos pasamos media vida sentados en un pupitre- y la vigencia de los descuentos del carnet joven –lo mismo nos llevamos la cobertura hasta la etapa de jubilación, para compensar- se creen los de la patronal que no sabemos distinguir entre una nómina y la paga semanal.

Quizá sea la ignorancia la que nos obnubila a muchos, pero no es descabellado encontrar cierta similitud entre este simple mal ejemplo –que es un modelo de contrato, que alguien lo ha pensado, que si se pone como ejemplo es por algo- y la paga que dan los padres a sus hijos o el trabajo en negro: recibes dinero por “algo” pero no te inserta en el sistema de garantías sociales del sistema, sólo te “malpermite” la supervivencia,  te da para comer.

Las declaraciones de los comunistas sobre que esto es “terrorismo empresarial” y la idea “un contrato excremento”,  pueden parecer excesivas, pero intentan refinar ese “me cago en la leche vaya puta mierda de contrato” que no para de oírse por las calles y los bares.

Menos mal que ya se les ha pasado la vena docente y ejemplificadora, pensamos la mayoría, pero qué peligro, qué explícito el peligro esta vez. ¿Qué no les pasara a estos señores de la CEOE- tan alejados de la vida del día a día, del precio de los tomates y de lo que jode levantarse cada mañana a las 6.30 para luego no tener derecho a un euro si te echan- para proponer, pensarse siquiera, algo así?

… el trabajo pierde a categoría de obsesión que tiene en el mundo capitalista y pasa a ser un grato deber social, que se realiza con alegría, que se realiza al son de cánticos revolucionarios, en medio de la camaradería más fraternal, en medio de contactos humanos que vigorizan a unos y otros, y a todos elevan.” 

(Qué debe ser un joven comunista: Escritos revolucionarios. Ernesto Ché Guevara)