belen-zurbano

Domingo de pre-gripe A, o la que sea, no me van a hacer las pruebas, así que para el caso, da igual. Las 4 de la tarde y el típico peliculón de sobremesa. Esta vez son los mosqueteros en versión una mujer que quiere entrar en ese cuerpo de defensa del rey. La cosa –más o menos, no hay que hacerse ilusiones con TeleGritos- promete. Pañuelo para los mocos y las lágrimas –digo yo que habrá romance de por medio ¿no?-, botella de agua para la tos, caramelos para la garganta y un buen trozo de pastel de chocolate que subsane las ausencias emocionales. Hasta que llegan los anuncios.

Belén Zurbano. Visualicen: un tipo está montado en una moto (la imagen se corta a la altura de las rodillas de él) y llega una chica despampanante (según el canon establecido, es decir: alta, tetona, pelo largo, labios gruesos y con poca ropa) que lo mira fijamente, y cual hechizo instantáneo, sin mediar palabra, se monta detrás de él. Lo agarra por la cintura, se aprieta contra su espalda, le soba un poco los pectorales, apoya su barbilla en el hombro masculino, sigue tocándole los brazos.

Él le sonríe y ella le pone morritos. De repente se abre el plano y ¡voilà!: la moto no es sino una atracción de feria donde ella y él hacen el ridículo versión cowboy americano seductor y ella tonta del culo “restregona” sin intercambio alguno de palabras. A veces sobra, desde luego.

Aparece la voz en off: sólo con Axe ligar te cuesta tan poco, y ahora todavía menos, porque Axe te regala cada día una VISA con 100 euros.

La moto, el término “ligar”, la VISA, los 100 euros y la cara de panolis de los del anuncio, en un mismo campo de sentido, constituyen un insulto a las mujeres, a los hombre y a la dignidad. ¿Pero de donde han sacado ese manido estereotipo femenino de morritos y mano habilidosa para la cartera? ¿quién se ha creído que eso es una mujer? ¿quién querría a su lado a una mujer así?

La representación que de las mujeres  se hace y de lo que ellas –nosotras- consideran cualidades a tener en cuenta a la hora de flirtear con un hombre es insultante. Pero este anuncio –otro más de los que acumula Axe- es también una ofensa para los hombres. ¿Qué tío en su sano juicio persigue –desodorante y “pasta” de por medio- semejante idiotez de mujer y de situación? No quiero insultar a las prostitutas, pero lo que se vende en el anuncio es la degradación de cualquier tipo de relación afectivo sexual que siempre ha de pasar por cierta igualdad y honestidad entre las partes.

Relegan el espectro femenino a unas piernas torneadas y una boca que preludia sexo barato, explícito, y los intereses de las mujeres a los objetos materiales –moto, dinero-  que no hacen sino corroborar la ignominiosa inteligencia de quienes no son –serían- capaces de escaparse de la lógica preestablecida del sistema de consumo y la frivolidad. Somos y queremos mucho más. Espero que nadie lo dude. La proliferación de los divorcios refrenda mi tesis, en dos sentidos, en el de que nosotras queremos más, pero, peligrosamente, también en el sentido de que los hombres no encuentran lo que buscan en sus relaciones conyugales. ¿Será una “chica Axe”? Espero que no. Quiero creer que no.

Y decía otro más porque también tenemos la “versión jacuzzi” de anuncio de Axe y la VISA, en el que descubrimos con el paso de tiempo y la apertura del objetivo que éste no es sino una piscina de plástico, de las hinchables, colocada en una azotea. Y que las burbujas las hacen dos mozas con unos pulverizadores debajo del agua. También tenemos al consabido tipo con cara de suficiencia y sin “media leche” y una cara de efebo alelado que, si bien ya lo querría más de un casto para él, poco casa con las dos amigas de extradimensionadas pechugas que lo acompañan. Porque además, la expresión obscena de sus caras, amén de la pinta de “venir de vuelta” de todo, haría que nos echáramos las manos a la cabeza de invertirse los sexos: chica con pinta de menor de edad prepotente abrazada por dos culturistas pasaditos de rosca  y con cara de “vamos a darlo/ dártelo todo”.

Cómo no voy a sentir vergüenza. A las mujeres se nos pervierte en objetos de consumo, cínicas y descerebradas, cazabraguetas a ser posible abultadas con la dichosa VISA de los 100e –encima es que nos vendemos por poco-. Pero bueno, también siento sorpresa, ¿qué mala suerte no tendrán los creativos –tan ingeniosos, ja, me río tanto- de los anuncios de Axe que se han forjado tan mala imagen de las mujeres? A saber a quienes tienen a su lado, a saber cómo serán para merecerse tan grata compañía y tener la certeza de que necesitan un desodorante barato y una cartera con billetes para mantener a un sucedáneo de mujer a corta distancia. A saber. Vergüenza, sorpresa… y pena.

www.SevillaActualidad.com

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...