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La vuelta a la rutina provoca una sensación de cansancio, abatimiento y hastío que dificulta nuestra actividad laboral. Pero tu actitud puede romper esas tendencias negativas y transformarlas en productivas.

No tenemos que hacer solo lo quenos produce alegría, sino acometer con alegría y entusiasmo lo que tenemos que hacer.- W. Churchill –

Soy consciente y realista del “trauma” que supone, para la mayoría de los trabajadores, la vuelta a la rutina laboral después de una agradable desconexión vacacional. Pero, irremediablemente, sabemos que todo tiene su álter ego, y que para disfrutar del deleite que nos provoca un periodo estival, tenemos que pasar por jornadas laborales y todo lo que ello conlleva.

Mi intención no es acrecentar tu síndrome postvacacional, ni mucho menos. En realidad es todo lo contrario. En este artículo, me he propuesto intentar hacer que tu vuelta al trabajo suponga un trance positivo y genere un sentimiento de entusiasmo en vuestras personas. Es un hecho que, el lugar de trabajo es un espacio donde pasamos gran parte de nuestra vida y donde convivimos con otras personas. Así que, cuanto mejor sea el clima en él, mayor satisfacción para todos.

El primer paso para ello es comenzar a trabajar con ilusión. Sé lo que estás pensando en este momento: “Sí claro, decirlo es muy sencillo. A ver quién es el guapo que se levanta con ilusión un lunes a las 6:00 AM para ir a su puesto de trabajo”. Pues tengo que decirte que sí, que es muy sencillo. Solo es cuestión de ACTITUD.

El simple hecho de ser conscientes de, el valor que tiene nuestro trabajo y agradecer las ventajas que nos ofrece, ya libera en nosotros sensaciones positivas y de autosatisfacción. Ese sentimiento de entusiasmo, felicidad, alegría… que nos invade cuando ingresamos en el perfil de trabajador, es lo que debemos mantener a lo largo de nuestra trayectoria profesional.

Y siendo honesta, tengo que deciros que todos tenemos esa capacidad innata en nosotros mismos, solo es cuestión de cambiar de actitud y reilusionarnos con nuestro trabajo. Podemos intentarlo haciendo de nuestra jornada laboral un instrumento de aprendizaje de nuevas habilidades y conocimientos, que nos sirvan para disfrutar y crecer, no solo profesionalmente sino también humanamente.

Por supuesto, debemos aprender de lo que nos aporta nuestra actividad profesional así como también, debemos reciclarnos en nuevos conocimientos y habilidades que nos proporcionen una motivación extra. Nutrirnos de la experiencia laboral y personal de otros compañeros es, también, una muy buena forma de instruirnos.

Seguro que os ha sorprendido leer la palabra “sencillo” en el párrafo anterior, porque estamos acostumbrados a pensar que todo lo que vaya a sucedernos en la vida lleva implícita una dificultad o un problema, y en el trabajo somos muy dados a generar (nos) problemas, muchas veces sin más fundamento que nuestras propias creencias.

Sin embargo, más que problemas, nos encontramos con distintas circunstancias que rodean nuestra vida; unas veces agradables y otras no tanto, pero de todas se aprende y todas tienen una utilidad. Las que nos parecen duras suelen esconder muchas enseñanzas que, simplemente, necesitábamos aprender para ser más felices.

Dicho esto, os dejo esos cinco consejos que, espero, os sean de utilidad y provoquen en vosotros la finalidad deseada; que simplemente es crear una rutina mas positiva y de bienestar personal.

1. Dale a tu trabajo el valor que le corresponde, agradece sus ventajas. Es fundamental ser conscientes de la importancia que conlleva realizar nuestra actividad. Y es el primer punto para seguir con los otros cuatro consejos.

2. Comparte tus habilidades con compañeros o superiores. Sé productivo y útil. Ayudar o poner en conocimiento de otros cuales son tus habilidades, va a generarte satisfacción personal y la sensación de sentirte autorrealizado. Hace que seamos conscientes de todo lo que podemos aportar en nuestro trabajo y lo útiles que podemos ser. Lo cual nos lleva a un aumento de nuestra autoestima.

3. Concéntrate en cada una de tus tareas diarias. Dedica toda la atención a la tarea que tienes que realizar para el día de hoy. Para ello es necesario que trabajes sin distracciones y relajado. Crea un ambiente confortable.
Cuando termine tu jornada laboral podrás desconectar mucho mejor, sabiendo que has hecho un buen trabajo y que ahora puedes ocupar tu mente en otras actividades que te apetezcan hacer.

4. Da lo mejor de ti. Tienes cientos de recursos, habilidades, conocimientos… Sabes hacerlo y muy bien. Si no lo eres ya, puedes llegar a ser el mejor de tu trabajo. Solo es cuestión de proponértelo.

5. Mantén las buenas relaciones. Respétate a ti mismo. Cuando te conoces y te aceptas te reconoces en los otros y les aceptas como son. Entonces, la comunicación y las relaciones mejoran indudablemente, porque se desarrollan en el ámbito de la humildad y la dignidad. De ese modo, resulta muy gratificante afrontar el trabajo.

Las circunstancias pueden ser más o menos favorables, pero una adecuada gestión del comportamiento y de las emociones, que surgen de la aceptación de uno mismo y de los demás, contribuye de modo extraordinario a que nos dirijamos a nuestro puesto de trabajo con entusiasmo, entrega y espíritu de superación, principalmente porque somos conscientes de nuestros recursos.

Introducir pequeños cambios hoy en nuestra rutina, puede mejorar el resto de todos nuestros mañanas.

Nacida en Aracena, Huelva, siempre ha estado muy vinculada a la ciudad de Sevilla y su idiosincrasia particular. Se instala en ella hace nueve años para formarse como educadora en lenguas extranjeras....