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En la actualidad, es más que evidente, la proliferación de las nuevas tecnologías: internet, redes sociales, smartphones, apps para todo.

Esto ha repercutido en nuestras vidas, incluso en la forma de relacionarnos, de buscar pareja y de ligar. Actualmente, se está perdiendo los encuentros en una discoteca, en un bar tomando una copa, etc. Estas situaciones más «tradicionales» están dejando paso a algo más sofisticado a la hora de tener algún encuentro sexual con alguien: las apps de ligoteo.

Antes cuando queríamos conocer a gente nueva o encontrar pareja, salíamos por la noche con nuestras amistades, nos presentaban a alguien, etc. En la actualidad, si tienes un smartphone y conexión a internet, es tan simple como mirar a nuestro móvil y comprobar nuestro perfil y cómo está la «oferta sexual» en nuestra aplicación de ligoteo preferida.

El tremendo boom de estas apps puede obedecer a una serie de causas como: la comodidad, la privacidad y el amplio abanico de personas que nos brinda una app. Todo esto, hace que se estén convirtiendo en la realidad de cómo relacionarnos con otras personas.

Y es que apps las hay para todos los gustos. Aunque en todas hay perfiles de gente de lo más variopinta, también es cierto que las hay más orientadas a personas con orientación heterosexual, otras con un perfil homosexual masculino, homosexualidad femenina; etc. En este sentido, seguramente hemos oído hablar de : Tinder, Grindr, Dattch, Ok Cupid, Good2Go; etc.

Como hemos dicho, cada app está más orientada a un aspecto o a otro, pero básicamente el objetivo es conocer a gente, bien para encontrar pareja o para tener sexo ocasional y sin compromiso alguno.

Podríamos preguntarnos ¿son positivas estas apps?. Pues como en todo, hay personas que consieran que sí ( y las usan), y también tienen sus detractores y no las consideran un método adecuado para ligar. Un aspecto curioso, es que según algunas encuestas, hay gente que dice no utilizarla cuando sí lo hacen.

La cuestión es que, al menos en España, las últimas encuestas apuntan a que casi el 60% de la población que está buscando de forma activa una pareja, utiliza las redes para lograr su objetivo. Siendo los más jóvenes, de entre 18 y 34 según confirma Tinder, los que más la utilizan. En mi consulta de psicología y sexología en Sevilla, me encuentro a muchas personas que usan estas apps. A algunas les va bien, mientras que a otras se han encontrado con algún chasco. Y es que todos sabemos, que las redes sociales tienen la característica de que en nuestro perfil vendemos nuestro mejor cara, nos da la opción de mentir, de no mostrarnos tal y como somos, etc. Luego si existe un encuentro entre las personas es muy probable que nuestras expectativas se incumplan.

Es evidente de que hay sectores de la población que se ven beneficiadas de estas formas tecnológicas de ligar. Por ejemplo, si la persona no es muy hábil socialmente pues le va a resultar muy útil, ya que las conversaciones no son cara a cara.Por otro lado, personas divorciadas con hijos a cargo, y que por su situación no dispongan de tanto tiempo para salir, puede servirles para optimizar tiempo.

A mi modo de entender, estas apps pueden resultar beneficiosas para determinado perfil de personas, siempre teniendo en cuenta qué es lo que realmente buscamos. Si nuestro objetivo, es conseguir pareja estable, puede ser que se encuentre ,al igual que podemos encontrarnos al amor de nuestra vida, casualmente en una fiesta a la que acudamos. Aún así, creo que es estadísticamente poco probable que sea el método óptimo para tal fin.

Ahora bien, si nuestro objetivo es aumentar nuestra red de contactos, conocer a más gente, o incluso tener sexo ocasional y sin compromiso…pues adelante, quizá sea una herramienta más para conseguirlo. En este sentido, la oferta que ofrece este «mercado» es amplia y para todos los gustos.

Fdo. Joaquín Ferrera, Psicólogo-Sexólogo

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