El mundo celebra hoy el Día de la Música coincidiendo con la festividad de Santa Cecilia en el calendario católico. Con el telón de fondo de la conmemoración, repasamos el presente de la música en los municipios sevillanos. Desde las ordenanzas municipales contra el ruido hasta los locales de ensayo y las programaciones especiales para la celebración de este día internacional.

Antonio Campos. No hay rincón del mundo en el que, en cualquier momento del día, no se escuche ruido. Pero, en ciertas ocasiones, el ruido adquiere tintes melódicos. Ya no molesta; ya no tirria el oído. Parece que ni siquiera molesta. Claro, el ruido se ha convertido en música y, quien lo produce, hasta sabe interpretarla.

Hoy, la música nos acompaña desde nada más sonar el despertador y hasta el tiempo en que es momento de volver a ceder a las presiones del sueño. Mientras desayunamos, en la ducha –cuando no cantamos nosotros mismos, claro-, al tomar el autobús o de camino a clase y al trabajo. La música se ha convertido en la fiel inseparable del hombre. Gracias, mp3. Como antes se agradecía al walkman o a la radio de bolsillo tradicional.

Con mayor o menor sentido en su letra, e incluso sin ella, los sonidos armonizados han acabado por conquistar y seducir a las nuevas generaciones. Para muchos jóvenes “sanotes”, la música es hoy su única droga. E incluso se rinden a sus placeres animándose a entrar en su mundo o, simplemente, reconociéndose seguidores de uno y otro grupo musical. Ahora, llamado fan.

Cuenta la tradición que la primera en aficionarse a la música fue Santa Cecilia. Aunque su relación con la música llegó a ser sombría y un tanto extraña. De hecho, no ha sido hasta que la retrataron los compañeros del arte amigo, el del pincel, cuando a la Santa le fue reconocida su dedicación, cuentan, a la música. Y es que al parecer, Cecilia conseguía atraer a los ángeles por medio de su canto, añadimos nosotros, que debía ser celestial.

Por eso la historia la reconoce hoy como la patrona de la música. Murió un 22 de noviembre. Desde finales del siglo XVI, el mundo festeja la festividad de este día proponiendo que la música no pare por unas horas. Y es que, por algo es el Día Internacional de la Música. Una celebración que simplemente busca decir “música, gracias por existir”.

¿Qué hacemos con la Semana Santa en agosto?

Lo cierto es que, desde que hace apenas unos años se instauró el Día Europeo de la Música en torno al 21 de junio, la festividad de Santa Cecilia ha tenido un carácter algo más académico y reservado a una música con tintes más clásicos, aunque esto no es óbice para que hoy muchos municipios lancen propuestas que agrupen a estilos musicales de toda índole.

En cualquier caso, y cuando la conmemoración de este día nació para dar gracias a la música por existir, los hay a quienes les gustaría escucharla pero no frente a las ventanas de casa. Es la situación con la que se encuentran muchos vecinos que deben sobrellevar con paciencia el enésimo intento de dar con la nota buscada a fin de que la marcha procesional que se ensaya en agosto o septiembre suene a las mil maravillas en tiempos de Cuaresma.

Y claro, los ayuntamientos se han visto obligados a tomar cartas en el asunto. Ya no queda más remedio que colaborar con las bandas y agrupaciones para que éstas tengan un recinto en el que poder montar sus marchas. Algo que, en cualquier caso, llevaban pidiendo éstas a tenor de verse obligadas a ensayar expuestos a las condiciones climatológicas.

Málaga ha sido, en esto, pionera. ¿Cómo? Multando al canto. Nunca mejor dicho. Detrás, varios ayuntamientos han mostrado ya su interés en seguir por esta senda de las ordenanzas municipales de ruidos. Alentador es saber que también pondrán más ganas en ofrecer locales de ensayo para las bandas.

La música como cultura en El Saucejo

En cualquier caso, hoy son muchos los municipios que celebran y conmemoran la festividad de la patrona de la música. Tomemos como ejemplo la pequeña localidad sevillana de El Saucejo, que viene celebrando durante todo el fin de semana esta festividad. Juan Román Tirado es técnico de Cultura del Ayuntamiento y es uno de los hombres que más empeño puso en consolidar la cita en el municipio. “La idea de crear el día de la música aquí en El Saucejo surgió estando en la Bretaña francesa con una beca Erasmus, dónde vi que para el día de Santa Cecilia, se celebraban varios conciertos y actuaciones musicales gratuitas, ya que la Santa es la patrona de los músicos. La puesta en escena de aquello me fascinó  y me propuse a exportar la idea para el pueblo”, cuenta Tirado, informa Alejandro Copete.

“Así es como, junto a los miembros de “Malojavío”, organizamos una semana cultural y nos encargamos del primer Día de la Música. Con nuestro dinero, sin la colaboración del ayuntamiento. Teníamos muchas ganas de hacerlo, y pese a que la gente en un principio fue un poco reticente, al día siguiente de la celebración, todo fueron felicitaciones”, relata el técnico de Cultura de El Saucejo. “Debido a ello”, añade, “al año siguiente contamos ya con la ayuda del Ayuntamiento y así es como el Día de la música ha ido cada año a más. Creo que hemos conseguido nuestro objetivo de mostrar a la música como cultura”, cuenta Juan Román.

Tal vez por ello, y ante este éxito municipal, a partir de esa segunda edición del Día de la música ha sido precisamente el propio Ayuntamiento el encargado de conmemorar la fecha.

De la mano de jóvenes con talento

Pero es evidente que hoy la música se entiende asociada a la juventud. Las nuevas generaciones ven en ella una forma de dar rienda suelta a su personalidad, de dibujarse mediante una realidad en la que se ven reflejados.

Por eso, empieza a ser habitual conocer a jóvenes aficionados a la música que incluso se atreven a coger el instrumento. El que sea, siempre que emita sonidos. Pero de nuevo, el mismo problema. ¿Dónde poner a prueba la pericia musical?

Los locales de ensayo se conciben así como el socorro de estos grupos noveles. Y empiezan a ser habituales en los municipios. Sin ir más lejos, Utrera acaba de inaugurar el complejo de Los Silos. Albergará, dice su Ayuntamiento, a los jóvenes en sus noches de ocio. Entienden sus representantes que se aleja del tradicional concepto de botellódromo.

Y esto es algo que se percibe cuando el ciudadano conoce los cuatro locales de ensayo  del complejo destinados a los músicos. En un quinto incluso se ofrecen clases de guitarra, flamenco y danza del vientre. Aquí no hay litros de alcohol ni vasos de tubo. Sólo instrumentos.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...