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Ignoro si otras cajas han hecho lo mismo, pero desde luego, la forma tan peculiar que tiene la mía de felicitarme el 2010 me ha dejado en blanco. Me pasa por leer las cartas del banco –que pena que se haya pasado la moda de la correspondencia entre personas, las únicas misivas que recibo son bancarias y ni mucho menos manuscritas- tarde, siempre mucho más tarde de lo que las recibo.

Belén Zurbano Berenguer. Si la hubiera abierto antes quizá esta carta no me sonaría a una amarga felicitación: ya puede usted contar con, al menos, 50 céntimos menos en su cuenta cada vez que saque dinero de un “cajero externalizado”. También van a empezar a cobrar por sacar dinero en cajeros de otras entidades (antes en algunos casos no cobraban). Bueno… se retractan un poco de los acuerdos que antes tenían firmados (yo podía sacar dinero en los de Cajasur sin cargos, por ejemplo), pero… Hasta puede tener un pase si se mira desde la perspectiva de la competencia, el libre mercado y el capitalismo que nos negamos a superar “manque nos jodan”, que diría aquel.

Pero lo de los “externalizados” no tiene nombre. Ni sentido, que tuve que preguntar varias veces –perdón, perdón, pero con mis ingresos no soy ninguna entendida financiera- para enterarme de qué iba esto. Y va, por si alguno como yo anduviera perdido, de que si te vas al cine –hay que tener en cuenta que ya casi todos están en centros comerciales- y reparas en que no tienes mucho dinero en la cartera, pues te  lanzas al primero que encuentres a preguntar por un cajero. Hasta ahí, todo normal, como en 2009, en 2008 y anteriores. Ahora, visualicemos, por ejemplo, Nervión Plaza, pasto de parejas –no tienen porque ser amorosas- en busca de divertimento cinematográfico los domingos. Ya hemos preguntado a un amable viejecito que ojeaba escaparates y nos ha indicado por unas máquinas que se encuentran en los pasillos, con el nombre de Cajasol, pequeñas, y que nos dan dinero. Pues bien, ¡eso son cajeros externalizados!

Vamos a ayudar entre todos a pagar el mantenimiento de los dichosos cajeritos externalizados, digo yo. Pero no me convence. Nadie me ha preguntado, nadie ha pensado en que bastante caro está ya el cine, nadie se ha parado a pensar en que la crisis no es por nuestra –gente, pueblo, vulgo, nosotros- culpa, y que sin embargo, somos los que la sufrimos. Y antes de que se acabe, porque digo yo que se acabará, vamos a denunciar un poco que el dinero se lo llevan los bancos, el paro nosotros, que a ellos los ayuda el gobierno, y a nosotros nos planta obras frente a casa, que ellos siguen ganando, y a nosotros nos embargan el piso.

Bonita manera de ayudar a la crisis global, y a la andaluza, que es una de las más acusadas. Bueno, la española, que las estadísticas de la Eurostat no hacen sino darnos varapalos continuos.

Me pregunto, ¿qué pasaría si ahora me llevo mi dinero de Cajasol? ¿esto no es el libre mercado?¿la libre competencia? Pues sin hacer propaganda se me ocurre alguna que otra entidad con colores y personal menos añejos, que no te cobran por nada –bastante que se están lucrando con tus ahorros- y cuyos anuncios publicitarios dan gusto pues son el reflejo fiel de lo que luego firmas por contrato. No como en otras.

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