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Tienes una pequeña asociación empresarial y tus compañeros te han propuesto para ser presidente: ¡enhorabuena! Esto no es un castigo sino una oportunidad valiosísima para ti para demostrar lo que vales.

En muchas ocasiones en organizaciones de empresarios en las que he trabajado he oído a proclamados presidentes sentir algo de miedo al verse al frente. Pero lo primero que tienes que pensar si estás en esta situación es que si la gente ha pensado que tú eres el candidato ideal es porque eres el candidato ideal y a menos de que tengas una razón de mucho peso para no aceptar el cargo, deberías aceptarlo porque son innumerables las oportunidades que se van a abrir ante ti.

 ¿Cómo actuaría yo? En primer lugar un grupo por pequeño que sea tiene que tener una estructura y un equipo. Hay que elegir a las personas con las que tienes que trabajar. Solo nunca lo vas a lograr y si lo logras será a cuenta de sacrificar algo de tu vida que también pudiera ser valioso. Las mejores personas para trabajar, desde mi punto de vista, no son las más cualificadas sino las más comprometidas con el proyecto. Puede que se dé el factor de que sean tus mejores amigos o puede que tu relación  sea solo profesional. Mi consejo es que estés cerca de estas personas y tengas una relación cordial con ellos haya o no amistad. Vas a trabajar con ellos y tendréis que tomar decisiones juntos por lo que es clave construir siempre un consenso con tus colaboradores.

¿Cuáles son tus objetivos? Supongamos que los tienes. Hazte la siguiente pregunta: ¿Yo actúo coherentemente con los objetivos del grupo? Un Presidente debe de ser un ejemplo para los demás y si la clave para que el grupo funcione es algo tú debes de ser el primer voluntario. Por ejemplo, cuando el Miembro del Comité Ejecutivo del Spanish Business Council de Dubai, un punto clave para el éxito era estar presente en los eventos sociales a los que te invitaban las organizaciones locales. Algunos de estos eventos eran interesantes otros no tanto. No obstante, ser proactivo en ser voluntario a asistir a dichos eventos (y no solo los más entretenidos), animaba a los demás a la causa.

Por último, saber oír y filtrar. Hay que escuchar a los demás siempre. Un presidente está al servicio de los demás y si el grupo percibe esto, te has ganado una buena reputación que te llevará al éxito en cualquier cosa que te propongas. Ahora bien, ¿a qué me refiero con lo de filtrar? Supongo que habrás percibido que no todo el mundo que hace Networking lo hace de buen grado. Hay siempre personas que levantan rumores, que tienen objetivos personales en antítesis con los del grupo, etc… Si esto no lo controlas bien, vas a crear un ambiente negativo y el grupo terminará por disolverse o quedar fuera de contenido. Aquí va mi consejo: las quejas siempre deben de ir por escrito; no se habla de alguien negativamente si no está él delante; las quejas nunca se tratan en público sino en privado.

Con estos pequeños consejos serás un gran presidente.