En momentos como los que vive la profesión y el mundo hay cosas que en periodismo no podemos permitirnos.

No soy original si denuncio el tratamiento deleznable y torticero que se ha hecho de la política chavista a tenor de la concurrencia de elecciones. Aprovechando la gran fiesta de la democracia medios de comunicación, periodistas y aficionados han aprovechado para vapulear, manipular y criticar el régimen de Hugo Chávez. Lo cual no tendría mayor importancia si se hiciese desde los género opinativos o en tertulia política.

Sin embargo, plataformas periodísticas de renombre, como El País, se han sumado con poco sonrojo y ningún intento de disimulo a la cruzada antichavista. Y además, lo han hecho desde la trinchera de la información.

El pasado domingo la separata dominical llevaba en portada “Vida y muerte en Venezuela”, un pseudo reportaje a cuya lectura sobreviví con horror, vergüenza y preocupación.  Empezando por el título y el subtítulo (“En el país más violento de Sudamérica también las cifras de inflación se han disparado hasta niveles récord. Solo se salvan la gasolina y la vida humana, los bienes más baratos”) la idea del reportaje parece difusa: ¿un panorama de la actual situación de Venezuela tal vez? No: la total denostación de un régimen basado en pocos (y seleccionados) datos, muchas adjetivaciones y una ausencia total de pluralidad de fuentes y, en ocasiones, hasta de cita a las propias fuentes que sustentan afirmaciones tales como que “los motines [en las cárceles] son habituales”.  Sinceramente me quedé con la duda de si la “habitualidad” era fruto de la lectura de Bourdie por parte del periodista, si había alguna cifra para medirla o si es que era otra persona quien decía eso y no el periodista.

El título interior, en el comienzo del texto, rezaba: “Un país en construcción. Venezuela, convertido en uno de los territorios más peligrosos e inseguros de América, decide hoy si pasa página a las 14 años del régimen autoritario y populista de Hugo Chávez”. Los destacados tampoco tenían desperdicio y configuraban una realidad concreta, dramática y caótica del país: “En lo que va de año, al menos 77 policías han sido asesinados en Caracas para robarles”, “En el primer semestre se han producido 304 muertes en prisión. Los motines son habituales”, “Los jóvenes profesionales de clase media huyen del país por la inseguridad”, “En su empeño por llevar adelante el proyecto bolivariano, ha hecho del Estado una fenomenal máquina de propaganda”… Y siguen, hasta 6 destacados de ese corte, ninguno diferente. Y las imágenes: control policial en Caracas (luz amarillenta, nocturnidad, ni un rostro visible, todo muy oscuro, en línea con el tono del texto), un funeral, una patrulla en uno de los barrios peligrosos de Caracas y un opositor a Chávez con el cartel de Capriles.

Lo peor de todo (si es que hay algo peor que la irresponsabilidad de un periodista y en plena campaña política) es que, ante este panorama, ¿qué pensar de los ciudadanos venezolanos después de reelegir a Chávez?, ¿todos idiotas? ¿todos corruptos? ¿todos temerosos? ¿todos engañados?

Algunos críticos pueden seguir llamándome ilusa por creer que El País pueda ser una fuente aséptica de informaciones de interés general. No lo creo, pero no dejo de contemplar que es la cabecera nacional e internacional de referencia y que genera, encauza e influye en el discurso de una masa social de lo más ilustradito que tenemos en España.

No seré yo quien dé lecciones de ideología (¡todos debemos tenerla y defenderla!) pero desde luego sí que exijo a quienes hoy día siguen siendo los garantes del derecho a la información ciudadana que la dejen de lado cuando hagan su trabajo: informar. En un contexto en el que los periodistas somos despedidos (por poco valorados) a diario flaco favor nos hacen quienes consideran su trabajo la herramienta a favor de su ideología. En el periodismo tenemos consensos éticos, normas, cumplámoslas y hagamos que se cumplan.

Invitación a leerlo (eso sí, periodismo=capitalismo; hay que pagar para hacerlo) http://elpais.kioskoymas.com/epaper/viewer.aspx

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