sara-iglesias-05-10-016

Cada día la ciencia nos encandila más con sus avances, sobre todo en cuanto a salud se trata.

“Somos el resultado total de la suma
de nuestras decisiones”
-Woody Allen-

El pasado año se consiguió salvar la vida a un niño de 14 meses que había nacido con graves problemas de corazón. Pero para poder intervenirlo, previamente había que conocer al detalle cuales eran estos problemas. A través de una impresora 3D pudieron reconstruir en tres dimensiones el corazón del pequeño, y así, el equipo médico pudo ver cuáles eran los problemas con los que había nacido el joven paciente y realizar, posteriormente, la exitosa operación.

Desde entonces, se estudia poder implantar corazones artificiales a pacientes que lo necesiten de urgencia, así como otros órganos blandos.

Con todo esto, suponemos que podemos tener ‘dos corazones’ en una sola vida. Pero, así y todo, seguimos teniendo solo una vida. Hoy por hoy, nadie tiene la supremacía de ofrecernos una segunda oportunidad. Por mucho que se empeñe la ciencia en alargar nuestra existencia, solo vivimos una vez.

Esa vida es nuestra realidad, lo único que verdaderamente poseemos. La construimos y la hacemos propia de cada uno de nosotros con nuestras vivencias y nuestras decisiones.

A propósito del título de este artículo, el efecto mariposa, nos enseña que cualquier pequeña acción que llevemos a cabo, puede ser el origen de grandes cambios.

Es una idea proveniente de la Ley física del Caos.
 
Para explicar este término, en física, utilizan un ejemplo muy claro que ayuda a entender la idea del efecto mariposa:

Puedes soltar una pelota justo sobre la arista del tejado de una casa varias veces; pequeñas desviaciones en la posición inicial pueden hacer que la pelota caiga por uno de los lados del tejado o por el otro, conduciendo a trayectorias de caída y posiciones  finales completamente diferentes.

Es decir, cambios minúsculos, que conducen a resultados totalmente divergentes.

Podemos aplicar esto a la psicología, y entenderemos que las decisiones que tomemos hoy, influirán en nuestro futuro. Con pequeñas acciones podemos mejorar eso que menos nos gusta de nuestra vida, o incluso, darle una solución a eso que nos preocupa y nos resta alegría.

Las mejores historias nacen del atrevimiento, de una toma de decisión rápida y no calculada.

Esa acción que llevamos a cabo y nos alegramos toda la vida de haberla hecho, y que cuando no la hacemos, por miedo o por inseguridad, nos arrepentimos y pensamos: “tenía que haberlo hecho”. Pero ya la oportunidad pasó.

Esa acción puede cambiar por completo nuestra biografía.

Esa es la esencia del efecto mariposa: el resultado de esa decisión que acabamos de tomar, y que hará que tu realidad sea una y no otra. Así que, en nosotros está el poder decidir cómo queremos que sea nuestra realidad presente y futura. Puede ser una vida de película o una vida vulgar y de paso por la existencia.

Sabiendo que tenemos ese poder tan grande, ¿por qué no tener la valentía de decidir por nosotros mismos como queremos vivir nuestro futuro?

La clave está en tu efecto mariposa.

Nacida en Aracena, Huelva, siempre ha estado muy vinculada a la ciudad de Sevilla y su idiosincrasia particular. Se instala en ella hace nueve años para formarse como educadora en lenguas extranjeras....