Investigadores de la Universidad de Málaga desarrollan un sistema de visión activa para un robot social, lo que podría tener su aplicación en las sillas de ruedas motorizadas. Así, se conseguiría dotar a las personas con discapacidad de una mayor autonomía en su vida diaria. Es la ciencia al servicio del progreso.

Rocío Gavala. La ciencia siempre ha estado al servicio del hombre. La ciencia sirve para hacer avanzar y evolucionar al ser humano. En este caso, nos centramos en la robótica. Muchos son los avances que a lo largo de estos últimos años se han hecho en esta materia cuyo fin máximo se ha convertido en ayudar a las personas en su vida diaria.

Podemos hacer una especial mención a aquellos progresos que están vinculados con los minusválidos. Si hace unos años la tecnología ayudaba a los ciegos “a ver” por medio de unos implantes, hoy un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga ha logrado un avance que podría permitir la autonomía de las sillas de ruedas motorizadas. Un progreso que podría aplicarse a estas sillas de forma que serían capaces de reconocer los objetos que tienen alrededor y descubrir obstáculos.

El proyecto consiste en el desarrollo de un sistema de visión activa que es capaz de crear un mapa del lugar en que se encuentra, seguir e interpretar el movimiento de una persona que se encuentre enfrente o localizarse en el medio de forma autónoma, entre otras cuestiones.

Precisamente, es esta gran capacidad de acciones lo que no permite saber cuáles exactamente serán sus aplicaciones. Por un lado, Antonio J. Bandera Rubio, director del grupo de trabajo que está desarrollando el proyecto, afirma que sus aplicaciones serían a corto plazo, en el ámbito de servicios y social, y podría aplicarse a un robot independiente a largo plazo.

Sin embargo, son muchos los que, del lado contrario, piensan que algunas de sus aplicaciones podrían suponer el despido de mano de obra. Es decir, trabajos que hasta hoy eran realizados por personas, con está aplicación a la maquinaria, podrían convertirse en autónomos y, por lo tanto, los humanos serían prescindibles. Un ejemplo del caso sería su aplicación a la maquinaria móvil utilizada en un almacén.

Grandes expectativas que se abren a aquellas personas de reducida movilidad que tengan que utilizar sillas de ruedas u otras herramientas para poder moverse con autonomía. Es un pequeño avance, cuya aplicación podría suponer un gran paso para la total autonomía de estas personas.

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