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La polígala de Webb es una especie que se consideraba exclusiva del norte de África.

La polígala de Webb es un arbusto de flores rosadas, con ramas cubiertas de pelos o tricomas, que se creía endémico de Marruecos. Científicos del Real Jardín Botánico (CSIC), la Universidad de Alcalá y la Universidad de Coímbra (Portugal) han confirmado ahora, en un estudio que publica la revista Nordic Journal of Botany, su presencia en Málaga.

“Por el momento solo se conoce en España la población que nosotros encontramos”, declara a SINC Stijn Hantson, coautor del trabajo e investigador de la Universidad de Alcalá.

Los científicos descubrieron en Málaga ejemplares de esta rara especie (Polygala webbiana Coss.) durante los meses de abril y mayo de 2012, en plena campaña de recolección dentro del proyecto Flora iberica del Real Jardín Botánico.

Precisamente el hecho de que no se trate de una hierba “humilde y huidiza a los ojos de aficionados y expertos”, como indica Joel Calvo  –coautor del trabajo– hace dudar de si realmente esta especie se ha instalado recientemente en la península o simplemente no había sido localizada por otros exploradores.

Las flores rosadas de esta planta perenne recubren en abril algunas paredes calizas de la malagueña Sierra de Alcaparaín, lo que según el investigador del Real Jardín Botánico “pone de manifiesto que aún quedan rincones poco explorados en nuestro territorio”.

Proteger las especies raras

Los autores destacan la importancia de establecer medidas de protección para este tipo de especies raras. “La polígala de Webb es un nuevo ejemplo de la riqueza vegetal que albergan las sierras malagueñas y de la necesidad de su conservación”, concluye Calvo.

Nuevas prospecciones en la zona y sierras cercanas permitirán estimar el número de individuos y el posible hallazgo de otras poblaciones.

Asimismo, los investigadores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de su hábitat y morfología, tanto de sus flores como de sus frutos y del resto de caracteres de la planta. Las muestras tomadas en 2012 se han conservado en las condiciones adecuadas en el herbario del Real Jardín Botánico para continuar con su estudio.

“Debido a que en los registros anteriores no se incluía ninguna descripción de las semillas y las imágenes de estas mostradas en el libro Illustrationes florae Atlanticae (Cosson 1882-1890) son erróneas, hemos realizado una caracterización mediante una avanzada técnica de microscopía electrónica”, añaden los expertos. Así, pudieron observar y documentar los peculiares ‘pelillos’ que las recubren.

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