La presidenta de una asociación de acción para la mujer, de una de las regiones de Senegal, habla de como trabajan para luchar contra la mutilación genital femenina, que pese a estar prohibida en el país desde 1999, las costumbres sociales empujan a seguir llevando a cabo tradiciones como esta.

RedComÁfrica. Mi nombre es Djenaba Baldé y soy la presidenta regional de la Asociación Acción para la Mujer en Casamance. Además, pertenezco a Aprafka, una asociación que reagrupa al conjunto de las presidentas regionales de asociaciones para ayudar a las mujeres de la región de Kolda, en Senegal.

La región de Kolda es conocida por el alto número de escisiones femeninas que se practican, es un situación complicada, un problema complejo donde se entremezclan diversos factores: la tradición y la familia, la religión…Trabajamos en la lucha contra la escisión a través de talleres con todos los actores implicados. Hay un proverbio wolof que dice que antes de ser la hija de tu padre y de tu madre, perteneces al estado, y si el estado ha prohibido la escisión tenemos que acatar la ley.

Esta ley se votó por mayoría en Senegal -la mutilación genital femenina está prohibida desde 1999- eso quiere decir que la gente no está de acuerdo con la práctica, es un problema de salud de la mujer, y la preservación de la salud es lo primero. Es elemental y en cuanto las mujeres hemos sabido que podía haber problemas de salud hemos querido parar. Incluso yo se lo impediría a mi nieta, aunque esto va a depender de mi hija y de mi yerno.

He realizado muchos proyectos en este ámbito, pero es muy difícil en el mundo rural. Yo soy formadora en el ámbito rural y muchas veces he llegado con mi moto a ciertos poblados y las he sorprendido en plena ceremonia. En cuanto me han visto llegar, todas se han dispersado por miedo a ser denunciadas ante la ley. Como si yo fuera un gendarme que las llevara a prisión.

Es una costumbre, hay etnias que no lo practican como los wolof, entonces no hay un motivo religioso, ellas tienen niños, satisfacen a sus maridos, están bien en sus familias, todo va bien… hay un lado psicológico en el que muchos están enganchados para continuar con la práctica. Pero poco a poco, estamos llegando a una situación de abandono, por ejemplo tengo una amiga que practicaba la ablación, y ella me ha prometido que ya no lo hará más. Somos muy amigas y se bien que no lo seguirá haciendo.

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Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...