Todos los años en Semana Santa los bares, cafeterías y los hogares de Andalucía se llenan de un rico olor a dulce. En esta época son típicos los pestiños, las flores fritas o las conocidas torrijas.

Las torrijas, es un dulce típico de Semana Santa elaborado a partir de pan duro, es una de esas recetas de aprovechamiento. Se pueden encontrar tanto de vino como de leche, tan solo habría que cambiar un ingrediente por otro.

¿Por qué son típicas de Semana Santa?

Las torrijas son un alimento muy calórico y, por lo tanto, apropiado para los días de abstinencia. Durante estos días, las monjas de los conventos intentaban aprovechar el pan duro y hacer distintas elaboraciones para alimentar a los necesitados, y una de ellas podían ser las torrijas. Además, tenían también un significado místico: la Resurrección de Jesús. El pan se identificaba con el cuerpo de Cristo, la fritura en aceite con el sufrimiento, y la leche y miel con el resurgir y la esperanza. De aquí proviene el simbolismo de comer torrijas durante la Semana Santa, una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días.

Estos son los ingredientes que se necesitan para elaborar unas torrijas de leche y su modo de elaboración.

Ingredientes

  • 1 barra de pan del día anterior o una barra específica para torrijas (de venta en casi todas las pastelerías).
  • 1 l y medio de leche entera.
  • 5 huevos medianos.
  • 1 palo de canela-rama, 1 vaina de vainilla, la cáscara de medio limón
  • 100 ml de vino de Oporto
  • 300 g de azúcar blanca y 1 cucharada de canela molida.
  • 1/2 l de aceite de oliva virgen extra suave


Modo de elaboración

  1. Ponemos a cocer la leche con las 8 cucharadas de azúcar, la piel del limón y la canela en rama, si queréis podéis poner un poco de canela en polvo, que dé un hervor y lo retiramos.
  2. Lo infusionamos durante unos 20 minutos con una tapa puesta. Ahora colamos la leche y la dejamos enfriar un poquito. Conseguiremos una leche infusionada con canela y la piel del limón increíble.
  3. Corta el pan en rebanadas de 2-3 cm de grosor. Podemos usar diferentes tipos de pan. En mi casa siempre se ha usado el pan del día anterior de la típica barra de pistola, pero ahora tenemos pan especial de torrijas para ellas con una miga más marcada y una corteza blanda.
  4. Empapamos las rebanadas de pan en la leche.
  5. Una a una las vais pasando a una bandeja para que vayan reposando, no os preocupéis si están muy empapadas porque en este paso soltaran la leche sobrante.
  6. Ahora batís los huevos y rebozáis cada torrija en el huevo.
  7. Colocamos una sartén con aceite y calentamos a fuego medio, intentad que sea abundante aceite para que no se queden cortas.
  8. Las pasáis a una fuente con papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
  9. En un plato mezcláis azúcar y canela molida. En esta mezcla, rebozáis las torrijas fritas.