El Gobierno de Juanma Moreno ha publicado en el BOJA la nueva orden de la Consejería de Salud y Consumo referente a la tarifación de los convenios y conciertos del SAS con entidades privadas o públicas para la prestación de servicios de asistencia sanitaria, incluida la atención primaria.

La orden -23 de febrero de 2023- entra en vigor este mismo viernes día 3 de marzo en toda Andalucía. En las tablas publicadas viene la relación de servicios de asistencia y sus tarifas correspondientes: El SAS pagará 65 euros para una consulta con un médico de familia en la atención primaria asumida por las instalaciones privadas. Este precio se actualiza a 150 euros con la visita del especialista, y el precio baja a 90 euros para las sucesivas consultas. La consulta de alta resolución tendrá un coste de 210 euros. Seguidamente, el documento advierte de que, en caso de no realizarse la prestación del servicio en dichas instalaciones privadas, la tarifa máxima se verá reducida al 35%.

Este plan se ejecutará tras el acuerdo de Salud con el Sindicato Médico Andaluz

Cabe recordar que el pasado 25 de febrero el Sindicato Médico Andaluz llegó a un acuerdo con Salud para fijar un máximo de 35 pacientes al día en Atención Primaria e incentivos económicos para alargar las consultas por la tarde con el objetivo de aliviar la lista de espera. En el caso de los pediatras la limitación fue de 25 pacientes al día. Este acuerdo tuvo como consecuencia la desconvocatoria de una manifestación prevista para este viernes ante la precaria situación de listas de espera en la atención primaria andaluza.

La oposición advierte del «peligro» que corre la sanidad andaluza

Las reacciones a este nuevo plan de concertación de la asistencia sanitaria en Andalucía por parte de las formaciones progresistas no se hicieron esperar, y el portavoz del Grupo Parlamentario Mixto-Adelante Andalucía, José Ignacio García, advirtió en rueda de prensa que la sanidad pública andaluza «está en serio peligro, como en la Comunidad de Madrid».

Desde el PSOE-A también han hecho público su desacuerdo argumentando que con este nuevo plan el PP «pone precio a la salud de los andaluces».