Reino Unido ha confirmado siete casos de personas contagiadas con la viruela del mono, que se transmite a través de pequeños mamíferos como los roedores. A pesar de su nombre, los primates no son los reservorios de este virus que, en su mayoría, aparece en seres humanos en África y que puede provocar brotes epidémicos.

Esta enfermedad inusual tiene una estructura relacionada con la del virus de la viruela y causa una enfermedad similar, aunque en general es más leve. Sin embargo, en África su tasa de letalidad oscila entre el 4 y el 22%

¿Cómo se transmite y cuánto dura el virus?

La viruela del simio se puede transmitir por contacto y exposición a gotas o por contacto con la herida. La transmisión de persona a persona se considera poco usual, por lo que se cree que ocurre principalmente a través de grandes gotas respiratorias durante el contacto cara a cara prolongado.

El periodo de incubación de esta enfermedad suele ser de 6 a 15 días, aunque puede oscilar entre los 5 y los 21 días.

De momento no hay tratamientos ni vacunas específicas contra esta esta enfermedad, aunque los brotes pueden ser controlados. Datos anteriores de África sugieren que la vacuna antivariólica tiene al menos un 85% de eficacia en la prevención de la viruela del mono, porque el virus está estrechamente relacionado con el que causa la viruela. Sin embargo, tal y como apunta la OMS, «la vacuna ya no está accesible al público ya que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela».

Los síntomas duran de 14 a 21 días. Así, según apunta la OMS, «los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones».

¿Qué síntomas provoca la viruela del mono?

La OMS apunta que la infección, que provoca intensas molestias, puede dividirse en dos periodos: el periodo de invasión (entre los días 0 y 5), caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía); y el periodo de erupción cutánea o exantema (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre), cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos).

En este sentido, el contacto con animales vivos y muertos a través de la caza y el consumo de carne de caza o animales silvestres son algunos de los factores de riesgo conocidos.