Este jueves día 24 de marzo se cumple un mes desde que comenzara la invasión de Rusia a Ucrania. Durante este mes, la cifra de refugiados ucranianos que se han visto forzados a abandonar su país de origen ha alcanzado la cifra de 3.626.546.
La cifra se puede seguir en tiempo real desde Operational Data Portal, sitio web que va actualizando la situación de refugiados de todo el mundo y hacia donde se dirigen. Actualmente, por su cercanía, es Polonia el que tiene mayor número de refugiados en sus fronteras, con más de dos millones. Le siguen Rumanía y Moldavia, con 555.021 y 371.104 respectivamente.
La gran mayoría de estos refugiados son mujeres y niños, ya que los hombres de entre 18 y 65 años están obligados a quedarse en Ucrania para defender el país del ataque ruso. Padres, abuelos o hermanos que entren dentro de este marco de edad se ven obligados a separarse de sus familias para luchar.
Solidaridad en Sevilla
Sevilla también se ha solidarizado con Ucrania en estos duros momentos, distintas asociaciones y voluntarios han realizado donaciones de bienes de primera necesidad para que sean enviados al país en guerra así como la acogida de refugiados de este conflicto.
El pasado 19 de marzo, en colaboración con la Iglesia Ucraniana de Sevilla, partió en dirección a Przemyśl (ciudad polaca que hace frontera con Ucrania) un grupo de voluntarios, provistos de certificados que decían que iban en misión humanitaria, con un total de cinco furgones (tres desde Sevilla y dos desde Almendralejo), cargados de donaciones de estos bienes que tanto hacen falta. Tal fue la cantidad de material donado que no pudieron llevárselo todo con ellos.
El objetivo de este grupo de voluntarios era llevar para la ciudad polaca todos los bienes que llevaban y volver con entre 20 y 25 refugiados ucranianos para Sevilla, cosa que han logrado y ya están de camino a la capital hispalense con un total de 30 refugiados. Ahora mismo se encuentran cruzando Alemania y estiman estar por aquí este mismo viernes día 25.
Francisco Domínguez, uno de estos valientes voluntarios dice que es «una experiencia increíble por la que hubiera deseado no haber tenido que pasar y que no pasara nadie nunca».