Las autoridades ucranianas han reportado a primera hora del lunes un bombardeo por parte de las tropas rusas a un centro comercial de Kiev, la capital ucraniana, en el que ya se contabilizan ocho muertos, según la agencia de noticias AFP. Este ataque al centro comercial de Kiev se produce después de que Ucrania rechazara dejar las armas y rendirse en la ciudad de Mariupol, un ultimátum que Rusia propuso a las autoridades de Mariupol y que cumplió a las tres de la madrugada, hora española.

Moscú ofreció una salida segura de la ciudad a aquellos militares que entregasen las armas. Mijaíl Mizintsev, el director del Centro Nacional Ruso para la Gestión de la Defensa, dejó en el tejado de las autoridades de Mariupol la posibilidad de salvar a los ciudadanos que quedan en el lugar y a las infraestructuras que quedan en pie. Mizintsev amenazó a las autoridades de Mariupol con un tribunal militar que «es solo un poco de lo que merecen por sus terribles crímenes».

Sobre el sitio a la ciudad de Mariupol, ha hablado Josep Borrel, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, y ha acusado a Rusia de estar cometiendo «muchos crímenes de guerra». «Lo que está pasando en Mariupol es un masivo crimen de guerra», sentenciaba el exministro español. Ha pedido que se le llame por su nombre a lo que están haciendo las tropas rusas y que se condene más firmemente.

En el día de ayer, Rusia bombardeó una escuela de arte donde se refugiaban 400 personas

Tras 25 días de invasión rusa en Ucrania, la ciudad de Mariúpol sufrió la madrugada del sábado al domingo otros bombardeos. Las fuerzas militares rusas atacaron una escuela de arte que acogía a 400 refugiados ucranianos, vecinos de la zona, que habían acudido a ese enclave a resguardarse de las bombas. Según informó el alcalde de la ciudad, se desconoce aún si hay víctimas mortales, aunque sí ha confirmado que existen víctimas bajo los escombros del edificio. Además, el edil informó de la apertura este domingo de nuevos corredores humanitarios para evacuar civiles.

Las autoridades ucranianas denunciaron además que, junto a los ataques, los militares rusos desplazaron forzosamente a miles de ucranianos a sus territorios. Asimismo, el propio Ministerio de Defensa ruso ha confirmado la destrucción vía aérea de una base militar en Zhitomir, situada en el noroeste de Ucrania, donde había «más de un centenar de efectivos de fuerzas especiales ucranianas y mercenarios extranjeros».

La cifra de refugiados de Ucrania roza los tres millones

La cifra de refugiados supera ya las tres millones de personas que se han visto obligadas a abandonar forzosamente su país tras la invasión rusa. Las fronteras de Polonia y Hungría son un hervidero de personas que abandonan diariamente el territorio ucraniano para establecerse provisionalmente en otros lugares.

Ha sido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la que ha revelado una cifra que, se prevé, continúe aumentando. Algunas asociaciones, como ACNUR, señalan que más de 2.800.000 de estos refugiados son mujeres y niños, ya que los hombres de entre 18 y 65 años están obligados a permanecer en territorio ucraniano para combatir contra las fuerzas rusas.

En Sevilla, varias asociaciones y entidades ya se mueven para acoger en la capital hispalense a refugiados que se encuentran varados en las fronteras de Polinia y Ucrania sin un destino fijo al que dirigirse.

El Ayuntamiento de Sevilla y las ONG que por decisión del Ministerio están coordinando a nivel local la atención a los ucranianos desplazados por la invasión militar a Ucrania han mantenido una reunión de trabajo con el objetivo de fijar con los distintos servicios municipales, el protocolo de coordinación y colaboración que dé una respuesta adecuada a las personas, sobre todo mujeres y menores, que lleguen a la ciudad por distintas vías.

Periodista andaluz. @_manuel_RG_ en Twitter.