Los restos encontrados /Universidad de Stanford
Los restos encontrados /Universidad de Stanford

Unos arqueólogos han descubierto un el entierro de un «niño vampiro» de hace 1.550 años, o sea el adiós a un infante mediante un ritual funerario en el tiene una piedra metida en al boca, y que ha sido hallado en un antiguo cementerio en Lugnano (Italia), según ‘Live Science’.

Los investigadores creen que la piedra pudo haber sido colocada en su boca como parte de un ritual diseñado para contener la enfermedad y el cuerpo mismo, y que tiene como misión que los cuerpos pudieran levantarse otra vez. El niño habría muerto de malaria.

«Es extremadamente misterioso y extraño», ha señalado a ‘Live Science’ David Soren, profesor de antropología en la Universidad de Arizona, que ha supervisado las excavaciones arqueológicas en el cementerio desde 1987. «A nivel local, lo llaman el ‘Vampiro de Lugnano’».

«Dada la edad de este niño y su disposición única, con la piedra colocada dentro de su boca, representa en este momento una anomalía dentro de un cementerio. Quizás la brujería fue utilizada como un remedio para controlar la enfermedad», dijo el director de la excavación David Pickel.

Otros entierros parecidos pueden ser el de Venecia, donde en el 2009 se encontró el cuerpo de una mujer, fallecida en el siglo XVI, con un tabique en la boca, y que ahora se la conoce como ‘La vampiresa de Venecia’.