Conchita Wurst en Eurovisión /SA
Conchita Wurst en Eurovisión /SA

«Ha llegado hoy el día de liberarme para el resto de mi vida de una espada de Damocles: desde hace muchos años tengo VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana)», escribió Conchita Wurst, el «alter ego» del cantante Tom Neuwirth en un mensaje publicado hace unas semanas en su cuenta de Instagram.

Este dato «es irrelevante para la opinión pública, pero un ex amigo me amenaza con hacer pública esta información privada, y yo no le daré a nadie el derecho de causarme miedo e intentar de esta manera tener influencia en mi vida», añadió.

Conchita resaltó que, al fin y al cabo, es mejor que una información así sea dada a conocer por «uno mismo», a que otro la divulgue.

«Espero dar ánimos (a otros en situaciones similares) y haber dado un paso más en contra de la estigmatización de las personas que se han infectado, ya sea a través de su propio comportamiento o sin culpa propia», con el virus del sida, indica.

La cantante asegura estar en tratamiento médico desde hace tiempo y que el deseo de evitarle angustia a su familia fue una de las razones por las que hasta ahora no había revelado públicamente estas circunstancias.

«Hubiese preferido haberles ‘ahorrado’ preocupaciones por el estado del VIH de su hijo, nieto y hermano», explicó.

Además, añadió, «es una información que creo sobre todo relevante para aquellas personas con las que el contacto sexual es una opción».

«Estoy más fuerte, más motivada y liberada que nunca. ¡Gracias por vuestro apoyo!», dijo la intérprete de «Rise Like a Phoenix», balada con la que triunfó en el 59 Festival de la Canción de Eurovisión.