Mariano Rajoy, durante la declaración institucional

Mariano Rajoy ha alertado este viernes de que no se debe permitir que nadie «reescriba» la historia de ETA, insistiendo en que han sido los demócratas quienes han «vencido» a la banda terrorista, que ahora reconoce su derrota demasiado tarde, según ha expresado. El presidente del Gobierno ha recordado a las víctimas del conflicto y ha asegurado que el relato que quedará para la Historia será el del fracaso de la violencia.

En un discurso ofrecido en una declaración institucional, el presidente ha recordado a los 853 «asesinados injustamente» desde el nacimiento de la banda, que según ha señalado, no son meras estadísticas sino personas con singularidad que vieron sus vidas «arrebatadas». Rajoy ha tenido también palabras para los familiares de las víctimas y los damnificados por las secuelas de la violencia.

En la línea de sus declaraciones de ayer, Rajoy ha insistido que los protagonistas «no pueden ser los asesinos, sino las víctimas». «Es obligado que nuestro primer pensamiento sea para las víctimas, para todas sin excepción, porque a todos ha igualado en su fanatismo criminal la violencia», recalcando que no caben «justificaciones ni excusas», ya que «no hay nada que justifique tanto dolor ni tanta impiedad». «ETA empezó a ser derrotada cuando la democracia española fue capaz de mirar a los ojos de las víctimas, de acompañarlas, escuchar su voz y reconocerse en ella», ha declarado el presidente, añadiendo que fue momento entonces de darse cuenta de que el único relato posible era el de «la injsuticia, la crueldad y el totalitarismo de quienes pretendieron imponer por la fuerza y el crimen, algo que los ciudadanos rechazaban».

Para el presidente, la derrota de ETA supone un «fracaso» cuyo reconocimiento llega tarde: «No es más que el relato de quienes pretendieron instaurar un régimen de terror porque era la única manera de imponer unos objetivos que no podían lograr de forma democrática». Su proyecto político estuvo «corrompido por la violencia», ha señalado, sin que 60 años después se haya logrado nada de lo que los terroristas persiguieron a lo largo de su «larga historia criminal», ya que no han obtenido «ningún rédito por matar ni por dejar de hacerlo hace unos años y no van a obtener nada por anunciar su disolución».

«No habrá impunidad»

También ha remarcado la idea de que la sociedad no debe «nada» a la ETA por admitir su derrota, y aunque la banda es historia sus crímenes y el dolor que han causado permanecen, la Justicia seguirá persiguiendo sus crímenes: «No habrá impunidad», ha sentenciado.

Rajoy ha tenido palabras de agradecimiento para Guardia Civil y las Fuerzas de Seguridad del Estado, por su «labor infatigable» en la lucha contra la desarticulación de la banda, además del «tesón» de los jueces, ni la labor de los medios y organizaciones ciudadanas, resaltando en general el «coraje» que la sociedad española y las víctimas han mostrado. También ha mencionado a la Corona, «siempre comprometida» con la democracia, y a los presidentes del Gobierno y ministros del Interior anteriores, que se «desvivieron» «sufrieron el dolor e indignación ante tantos atentados» y cuya labor «tan ingrata y poco reconocida durante años rinde hoy sus frutos».

El presidente también ha querido rendir homenaje a la «la labor infatigable» desarrollada en estos años por la Guardia Civil y el resto de Fuerzas de Seguridad del Estado, así como al «tesón» de jueces y fiscales.

No ha olvidado tampoco la labor de los medios comunicación y de muchas organizaciones cívicas. Cree que el «coraje» de la sociedad española y la dignidad de las víctimas han sido determinantes en la derrota de ETA.

Mariano Rajoy ha querido también mencionar a la Corona, de la que ha dicho que «siempre» ha estado «comprometida» con la democracia y ha sido cercana a las víctimas. Y en su reconocimiento ha incluido a los presidentes del Gobierno que le han precedido y a sus ministros del Interior que se «desvivieron» y ahora ven los frutos de su labor.

«Afortunadamente», ha indicado Rajoy, niños y jóvenes actuales desconocen la violencia que causó ETA, ya que los duros años de plomo parecen irreales a las nuevas generaciones por quedar atrás las noticias de sus crímenes, pero hoy no es día de «pasar página ni bajar brazos», sino para continuar el compromiso «contra lo que hizo, contra lo que significó y contra lo que intentó llevar a cabo» la banda terrorista. Sí es, ha concluido el presidente, un día para  «reconocernos como una gran nación que fue capaz de superar momentos de extraordinaria dificultad y para sentirnos miembros activos de una sociedad que sabe hacer frente a quienes de una u otra manera pretenden romper nuestra convivencia en paz».