rebajas

Desde vender cosas que han sido previamente vendidas hasta rebajar tan sólo algunos céntimos a una prenda y ponerla como si fuera la rebaja del siglo. Algunas de las trampas a saber para la época de rebajas en las tiendas. 

FACUA-Consumidores en Acción ha lanzado un comunicado el pasado viernes en el que advierte de quince tipos de fraudes que pueden sufrir los usuarios en las rebajas, como consecuencia de malas prácticas comerciales que pasan por alto las autoridades de protección al consumidor por el déficit en el control del mercado y las ridículas sanciones que imponen cuando detectan estos fraudes.

Bajo el título ’15 maneras de tomarnos el pelo en las rebajas’, el portavoz de FACUA detalla en su libro las «prácticas fraudulentas que van desde manipular las etiquetas para hacer creer a los consumidores que se aplican descuentos en productos que siguen costando lo mismo que antes del inicio de las rebajas hasta la negativa de ciertos comercios a realizar devoluciones sobre artículos con defectos de fabricación».

1. Los carteles que anuncian rebajas ocupan más espacio en la tienda que los productos que están rebajados. La ley plantea como requisito que al menos la mitad de los artículos tengan descuentos para poder publicitar que una tienda está de rebajas.

2. Cuando te dispones a instalar en casa el reproductor de blu ray que has comprado, te das cuenta de que tiene dentro un disco. Te han vendido un producto usado que había devuelto el anterior comprador.

3. La ropa con los supuestos descuentos no se vendía en el establecimiento antes de las rebajas. Muchas cadenas fabrican o compran productos para comercializarlos exclusivamente durante esta temporada de descuentos. Obviamente, su precio no está rebajado, aunque se lo inventen en las etiquetas. Y como son pocas las inspecciones que se realizan antes de que comiencen las rebajas para verificar después que los productos tienen los descuentos que anuncian, esas empresas se saltan la ley con total impunidad.

4. Para encontrar los productos rebajados hay que pedir un mapa a la entrada del comercio. Muchos establecimientos estiran el periodo de rebajas hasta dos meses aunque les queden muy pocos artículos con descuentos, a sabiendas de que las autoridades sólo realizan -unas poquitas- inspecciones en los primeros días y que en cualquier caso, si les pillan, la multa se paga con la venta de cuatro productos.

5. A la camisa que compraste le faltan dos botones, pero en la tienda te dicen que no admiten devoluciones en rebajas. Cuando un producto está defectuoso -y no se vende como saldo informando de la tara-, el consumidor siempre tiene derecho a que se lo reparen o sustituyan por otro igual; si no queda ninguno, deben devolverte tu dinero.

6. En el establecimiento te advierten de que el plazo de garantía para el electrodoméstico que vas a comprar rebajado es de un año y no dos. Pues no, esa es la garantía de los productos de segunda mano.

7. No puedes pagar con tarjeta los productos rebajados. Si a la entrada del comercio hay un cartel con los logotipos de VISA, Mastercard, American Express… te están indicando que aceptan el pago con dinero de plástico, por lo que no pueden discriminar entre el tipo de producto para el que te permitan usarlo o no. Como mucho, podrían indicar que sólo admiten tarjeta para el pago de cantidades a partir de un determinado número de euros, algo que justifican en que el banco les carga una comisión fija muy elevada por cada transacción y cuando se trata de poco dinero, les reduce excesivamente el margen de beneficio.

Sólo algunas prendas, etiquetas equivocadas…

8. Las rebajas del 70% se limitan a cinco o seis productos de toda la tienda. La excusa es que utilizan una diminuta palabra hasta junto al reclamo. Publicidad engañosa, pero parece que las autoridades de consumo están ciegas -o ven ese hasta mejor que cualquier otro ser humano-.

9. Las rebajas del 70% no existen. La excusa esta vez es que tuvieron algún artículo con ese descuento cuando comenzaron y ahora es un trabajazo quitar esa lona publicitaria gigante de la fachada del comercio y cancelar todos los anuncios en vallas, prensa, radio y televisión por un detallito sin importancia.

10. Despegas la etiqueta con el precio rebajado y ves que es lo mismo que costaba antes de las rebajas. Inventarse o hinchar los descuentos también es un timo frecuente. Ocho de cada diez consumidores asegura haber detectado esa trampa en algunos comercios la última vez que fue de rebajas.

11. Ese pantalón que antes costaba 49,99 euros ahora se vende por sólo 49,95. La ley no impone el porcentaje de descuento mínimo que debe tener un producto para anunciarse como rebajado, aunque cuando las empresas incurren en tomaduras de pelo como ésa, se exponen a que los consumidores las difundamos en las redes sociales para ponerlas en evidencia.

12. Cuando llegas a casa compruebas que esa camisa hawaiana no te queda tan bien. Vuelves a la tienda y te dicen que sólo admiten devoluciones para productos no rebajados. Si no hay ningún cartel bien visible en el que hagan esa advertencia, tienen que seguir la misma política comercial que durante el resto del año, así que reclama.

13. Los productos no rebajados se colocan junto a los que sí lo están. Es un truco para trasladarnos la sensación de que la zona de rebajas del establecimiento es mayor y, de paso, que algunos piquen creyendo que los precios que marcan todas las etiquetas tienen ya un porcentaje de descuento.

14. El abrigo que quieres comprar sube de precio justo una semana antes de que comiencen las rebajas.

15. Te dicen que si quieres descambiar un producto rebajado porque tiene un defecto, tienes que conformarte con un vale de compra. Para nada. Si no tienen otro igual, están obligados a darte tu dinero, lo vendan en rebajas o en otro momento.