Pablo Ruz, junto al presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, Rafael Rodríguez/UPO

El que fuese juez instructor en la Audiencia Nacional declara que la prerrogativa “hace perder calidad a la investigación judicial”. Señala que el “aforamiento con carácter desmedido no tiene sentido” y aboga por revisarlo.

El juez Pablo Ruz ha defendido en Carmona que el aforamiento en la España de 2016 “tiene muy mala explicación, muy poca lógica y hace dilatar mucho la instrucción” de las causas judiciales. Ruz, que ha participado en el curso Información y Corrupción. Periodismo de Investigación, organizado por la Asociación de la Prensa de Sevilla en el marco de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, se ha mostrado a favor de “revisar de una vez, en serio” la figura del aforamiento en el sistema político español.

Para Ruz el aforamiento “puede tener razón de ser para los cargos institucionales más relevantes a nivel institucional, pero desde luego el carácter desmedido del aforamiento actual, no tiene sentido”. No obstante, el actual titular del juzgado de instrucción número cuatro de Móstoles, ha lamentado que “sobre esto se ha debatido mucho, pero parece estar apartado. No está en la agenda política, ni en la reforma de la Justicia, y ahí sigue”.

Justicia y periodismo como salvación de la sociedad

El juez de Móstoles y ex juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ha asegurado que el periodismo de investigación ejercido de forma responsable puede ayudar a descubrir algo que está oculto, por lo que periodistas y jueces tienen la obligación de que este tipo de casos salgan a la luz, al tiempo que ha señalado que la corrupción es algo sistémico en nuestro país. En este sentido, ha afirmado que “el periodismo de investigación y una investigación judicial de calidad son como un salvavidas para la sociedad”.

Con respecto a las relaciones entre los medios de comunicación y los jueces, asegura que estos últimos no están preparados para entender la actuación de los medios, “por lo que a veces se crea un recelo entendible entre los compañeros de profesión”. Sin embargo, sostiene que en determinadas investigaciones, sobre todo en los casos más importantes y mediáticos, los jueces “debemos facilitar el trabajo de los periodistas y crear un clima de confianza entre ambos profesionales, respetando unas reglas y límites”.

Por otro lado, el juez Ruz ha querido dejar claro que el periodismo de investigación no se corresponde con el ejercicio del periodismo de filtraciones, normalmente de hechos ya judicializados “que deben llevarse de manera reservada”. Y ha asegurado que “la mayoría de las filtraciones a los periodistas provienen de los mandos policiales que obedecen a puestos de designación política, no de los policías encargados de una investigación determinada, que tratan de cuidarla al máximo”. También ha bromeado diciendo que él nunca ha sido filtrador, “al menos de manera consciente”, aunque admite que siempre que ha podido ha ayudado a los periodistas y les ha aportado información que les sirviera para contextualizar el proceso, sin que esto interfiriera en la causa.

También ha reconocido Ruz que el periodismo de investigación desempeña una función muy importante para la sociedad, por lo que de sus resultados “obtenemos rédito los jueces. El periodismo es indagar sobre hechos que tengan interés público, y es de interés público conocer al detalle las tramas delictivas, que merman la confianza de la ciudadanía. Pero para ello hace falta hacer las cosas con sosiego y tiempo”.

Sobre si ha recibido presiones en el ejercicio de su carrera profesional, Pablo Ruz ha declarado que «la presión va de por sí en el ejercicio de nuestra práctica profesional. La asumo. En ocasiones también la crean los periodistas con la portada de un periódico, otras veces un colega con un comentario, pero no existe esa leyenda del teléfono caliente al que llaman constantemente. He desarrollado mi labor sin censura y he ejercido mi trabajo sin problema”.

Por otro lado, también ha reflexionado sobre si existe una justicia para ricos y una para pobres. A este respecto, ha afirmado que “yo creo que en España la justicia es igual, a pesar de que también soy consciente de las limitaciones con las que cuenta la justicia. Pero en su base los jueces creemos en la igualdad y en la total independencia. Es verdad que una defensa de ‘rico’ obliga al juez a dar una respuesta más exigente, pero no por ello la justicia es desigual”.

Durante su intervención, Pablo Ruz ha reconocido el sentimiento de impotencia que a veces existe entre los jueces cuando se enfrentan al convencimiento de saber algo sobre un determinado caso y la impotencia de no poder acreditarlo. A este respecto, ha manifestado que “sería muy presuntuoso creer que los jueces van a asumir toda la verdad, y no sólo la verdad judicial, que no es lo mismo. La función judicial tiene sus límites, uno de ellos es el temporal. En ocasiones, son los periodistas los que incluso son capaces de conocer más información. La impotencia está en la medida del convencimiento que tengas sobre la causa”.