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La Guardia Civil ha detenido a los once integrantes del grupo, en Jaén y en Madrid, entre los que se encuentran el administrador y la apoderada de la empresa que distribuía el tabaco. El valor total de la mercancía incautada es de 6,6 millones de euros.

La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria en el marco de la operación Picado, ha incautado más de 41 toneladas de picadura de tabaco, siendo la mayor aprehensión desarrollada hasta el momento a nivel estatal, la cual supone una equivalencia aproximada de más de cuatro millones de cajetillas de cigarrillos. El valor en el mercado del tabaco asciende a 6,6 millones de euros.

Se ha detenido a los once integrantes de la organización, entre los que se encuentran el administrador y la apoderada de la empresa que distribuía las labores de tabaco a establecimientos y particulares. Se les imputa los delitos de Contrabando y Contra la Hacienda Pública (el fraude asciende a 5,5 millones de euros entre el IVA, impuestos especiales y derechos aduaneros que tienen que pasar esta mercancía).

La investigación se inició tras detectar desde primeros de año un considerable aumento de la existencia de tabaco en picadura y en cigarros entubados en diferentes localidades de la provincia de Jaén, a la vez que se recibieron varias denuncias de asociaciones de estanqueros de la provincia y de una compañía de distribución de tabaco, que estaban detectando una bajada en las ventas de un 30% aproximadamente.

Los agentes establecieron un dispositivo para detectar si se estaba llevando a cabo alguna actividad de contrabando, comprobando que en varios domicilios y establecimientos de la provincia jienense se estaba vendiendo picadura de tabaco sin la pertinente autorización para ejercer dicha actividad.

Por ello se llevaron a cabo nueve registros en las localidades de Jódar y Linares (Jaén), en los que se intervinieron 400 kilos de picadura de tabaco, gran cantidad de cigarrillos acabados en bolsitas de 21 unidades, gran cantidad de cigarrillos sin entubar, diez máquinas para picar y otras 18 para entubar.

Posteriormente, la Guardia Civil en coordinación con la Agencia Tributaria de Granada, detectó que la empresa suministradora tanto de este tabaco como de las máquinas para su procesado se encontraba en dos naves industriales de los polígonos ‘Neinor’ y ‘El Tempranal’ de las localidades madrileñas de Fuenlabrada y Leganés, respectivamente.

Los agentes comprobaron que la empresa investigada no figuraba en los registros mercantiles como fabricante, importador ni distribuidor de tabaco.La red disponía de una gran cartera de clientes que iba en aumento y que captaban mediante llamadas telefónicas o a través de su página web, cuyo servidor se ubicaba en Francia y el dominio en Bangladesh.

La empresa distribuidora proporcionaba picadura de tabaco sin liarlo ni entubarlo, por lo que también facilitaba a sus clientes la posibilidad de comprar maquinaria para llevarlo a cabo. De esta manera, pretendían simular que el producto no era susceptible para fumar en el momento en el que se realizaba la transacción, aunque en su página web se anunciaran como “vende tabaco y máquinas para hacer las últimas transformaciones en el mismo para ser fumado”.