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El testamento permanece en un sobre lacrado desde 1973. No tiene efectos jurídicos, por los posteriores testamentos que realizó Cayetana de Alba, salvo que incluya bienes no contabilizados en el último testamento.

El Juzgado de Primera Instancia número 81 de Madrid está tratando de localizar a los cinco testigos de la entrega de un sobre lacrado que la Duquesa de Alba Cayetana Fitz-James Stuart y Silva hizo a un notario en 1973, en cuyo contenido habría un testamento, según informaron agencias.

Tras el fallecimiento de la 14 veces grande España, el notario a quien Cayetana encargó abrir el sobre tras su muerte, dio traslado al Decanato de los juzgados de Madrid del sobre lacrado en cuyo interior se contiene el documento que dejó doña Cayetana con el acta notarial en el que figuran las firmas de varios testigos, algunos de ellos ya fallecidos.

Tras la entrega del sobre, el secretario de Gobierno de los jueces lo repartió conforme a las normas de reparto de los asuntos judiciales, recayendo en el Juzgado de Primera Instancia número 81 de Madrid. La Duquesa de Alba elaboró este testamento un año después de la muerte de Luis Martínez de Irujo, el padre de los seis hijos de Doña Cayetana.

Ahora, lo primero será localizar a los testigos y, segundo, proceder a la apertura del documento para la lectura del testamento. El documento carecerá de valor jurídico ya que, en los testamentos, el último es el válido. Aparte del importante valor histórico, el documento sólo podría tener efectos si hace alguna disposición o contiene bienes no recogidos en el último testamento.