El próximo 19 de junio Felipe VI se convertirá en el décimo miembro de la Casa de Borbón que reina en España. Existe cierta confusión sobre el término más correcto para llamar al acto con el que el heredero accede a la condición de rey. Aunque el más correcto es el de proclamación, analizaremos el origen del resto de términos.

La coronación es un ritual más propio de otras Casas Reales europeas como la británica. El último monarca español en ser coronado fue Carlos I, que recibió la corona de Carlomagno en la ciudad alemana de Aquisgrán en 1530.  La Catedral de Sevilla conserva la capa pluvial que el emperador utilizó durante la ceremonia. El de la coronación es un acto religioso, que solo puede ser oficiado por el Papa o en el caso británico por el arzobispo de Canterbury. Es esta la razón por la que el resto de reyes españoles desecharon esta opción, que les hacía depender de la voluntad del Vaticano.

En algunos medios de comunicación se ha llamado también a este acto como el de “entronización”. El próximo 19 de junio veremos a los nuevos reyes Felipe y Letizia presidiendo un besamanos en el Salón del Trono del Palacio Real. Detrás de ellos dos tronos flanqueados por dos leones, pero no se sentarán en ellos. Por superstición, el rey de España jamás se sienta en el trono. Incluso cuando las operaciones de Juan Carlos I le han obligado a tomar asiento, lo ha hecho en una silla, al pie del estrado, pero nunca en el trono que siempre permanece vacío.

El término investidura se ha reservado frecuentemente a los presidentes. La investidura del presidente de los Estados Unidos en la escalinata del Capitolio quizás sea la ceremonia de estas características que todos tenemos en nuestra retina.

En los últimos 500 años los reyes de España han sido proclamados. A diferencia de otras monarquías en las que la nominación de un monarca solo podía ser ejercida por el poder religioso, en España basta con la aclamación de los representantes del pueblo. En el pasado éstos eran los nobles, en la de Felipe VI serán los senadores y diputados.

Al rey de España no se le pondrá corona. Pero la denominada Corona Tumular de los reyes de España y el centro de Carlos II estarán sobre un cojín al lado de Felipe VI y su esposa Letizia. Ambas joyas están presentes en las coronaciones de los reyes de España desde la época de Isabel II.

A diferencia de las proclamaciones anteriores, con posterioridad al acto en el Congreso no habrá ninguna ceremonia religiosa. Los últimos monarcas, incluido su padre Juan Carlos I, celebraron después una misa de Te Deum o Acción de Gracias en la iglesia de los Jerónimos.

En los próximos meses asistiremos también a la ceremonia del “llamamiento” de la Princesa de Asturias. Se conoce con este curioso término al acto que con el que tradicionalmente se nombra al heredero delante de la virgen de Covadonga en Asturias.

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Historiador y Periodista. Cuando era pequeño se dio cuenta de que lo suyo era contar historias. Le da igual si sucedieron en otro siglo o hace cinco minutos. En Sevilla le enseñaron a amar el mito, en...