Canadá
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Una histórica ola de calor está azotando a Canadá. Las temperaturas registraban ayer 29 de junio en Lytton, Vancouver, 49,6 grados. Según las autoridades canadienses, al menos 134 personas habrían muerto de forma repentina por culpa de está ola de calor que azota al país, «esta cifra aumentará a medida que los datos siguen siendo actualizados«, añadió la directora forense de Columbia Británica, en la costa del Pacífico de Canadá, Lisa Lapointe.

La máxima temperatura alcanzada en Canadá había sido de 45 grados en 1937, ahora se ha superado con 46,6 grados durante el fin de semana y los 47,9 grados registrados este pasado lunes.

Además, a estos valores extremos se une la humedad, lo que podría seguir incrementando el número de muertes, según la autoridades canadienses. En un comunicado, Lisa Lapointe señaló que «desde el inicio de la ola de calor a finales de la semana pasada, los servicios forenses han observado un significante aumento de las muertes en las que se sospecha ha contribuido el calor extremo».

Se han registrado un total de 134 muertes, pero entre el 25 al 28 de junio la cifra de fallecimientos fue en realidad de 233.

Ventiladores agotados

Además, se han agotado los ventiladores y los aires acondicionados en todas partes, decenas de escuelas han cerrado sus puertas y la campaña de vacunación contra la covid-19 se ha visto ralentizada. Todo esto mientras cientos de voluntarios reparten agua a la población, «Vancouver nunca ha experimentado calor como este y, desgraciadamente, docenas de personas están muriendo por esta causa», señaló en un comunicado el portavoz de la Policía de Vancouver, el sargento Steve Addison.

Las autoridades provinciales han prohibido las fogatas, los fuegos artificiales y el uso de chimeneas y han advertido de que será «una ola de calor, prolongada, peligrosa e histórica”. Por otra parte, los expertos han explicado que la subida tan extrema de las temperaturas se debe a la alta presión estática, que ha dado lugar a un fenómeno conocido como “domo de calor”.

Debido a esta situación, el consumo de energía eléctrica, tanto en Columbia Británica como en Alberta, se ha disparado hasta alcanzar máximos históricos. La situación podría empezar a remitir a partir del viernes, según El Ministerio de Medio Ambiente canadiense.