niñas desaparecidas en Tenerife
niñas desaparecidas en Tenerife

Los médicos forenses han confirmado que el cuerpo hallado este jueves en el fondo del mar pertenece a Olivia, la mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife. La prueba de la huella dactilar confirma que el cadáver rescatado a mil metros de profundidad frente a las costas de Tenerife este jueves es el de la niña de seis años.

De igual forma, continúa la búsqueda de Anna, la pequeña de un año de edad, y Tomás Gimeno, el padre de ambas. Las malas condiciones del mar debido al viento dificulta la búsqueda. Los investigadores barajan la teoría de que Gimeno habría dejado la barca a la deriva y habría arrojado a las menores al mar atadas al ancla de la embarcación.

El cuerpo de Olivia estaba a 1000 metros de profundidad

El cuerpo estaba a unos mil metros de profundidad a tres millas de Tenerife. El cadáver fue trasladado por los agentes a tierra, tras la orden de levantar el cuerpo por parte de la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar (Santa Cruz de Tenerife), sobre las 18:00 de la tarde.

Dentro de la bolsa donde se encontró la niña había otra vacía. El día de la desaparición de las hermanas se vio al padre embarcando con varias bolsas. Las niñas fueron secuestradas presuntamente la noche del 27 de abril por su padre, Tomás Gimeno, de 37 años.

Ese día, sobre las cinco de la tarde, Tomás Gimeno recogió a Anna en casa de la madre de las niñas desaparecidas en Tenerife, su expareja Beatriz Zimmermann, de 35 años. Tras esto, fue en busca de Olivia, la otra hija, que se encontraba en un campamento al que acudía tras el colegio. Después se llevó a las niñas a su casa en el municipio de Igueste de Candelaria.

Sobre las 19.30 acudió al puerto deportivo Marina Tenerife. Ni las cámaras de seguridad ni el guardia de seguridad alertaron de la presencia de Anna y Olivia. Gimeno embarcó solo, cargando en la barca seis maletas y bolsos. Zarpó ese mismo día dos veces y fue sancionado por la Guardia Civil por saltarse el toque de queda.

Tras levantarse el toque de queda volvió a zarpar y no se supo más de su embarcación. Fue al día siguiente cuando se encontró el barco, a la deriva y sin ancla. Poco después se encontró flotando una silla de retención de menores para coches, que utilizaba una de las niñas. El pasado lunes, el al robot del buque de búsqueda, Ángeles Alvariño, halló una botella de oxígeno y una funda nórdica en el mar, ambas propiedad del padre.

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.