El coronavirus ha causado estragos en el colectivo universitario. Miles de alumnos, docentes y coordinadores tuvieron que adaptarse rápidamente a la nueva modalidad online a finales del curso académico 2019-2020, fecha en la que se implementó el primer estado de alarma y el confinamiento obligatorio en el hogar. Los docentes explican trucos y consejos para evitar los errores del pasado.

Las consecuencias del coronavirus han provocado que muchos de los estudiantes se hayan visto afectados a la hora de presentar sus trabajos finales de grado desde el inicio de la pandemia. El curso 2019-2020 fue uno de los más agitados que han tenido lugar en la historia debido al confinamiento obligatorio en las viviendas, lo que supuso que estudiantes, profesores y coordinadores se adaptaran rápidamente al cambio, en algunos casos con éxito y en otros muchos no tanto. El curso 2020-2021 no ha variado mucho. Este ha estado acompañado, así mismo, de un nuevo estado de alarma sumado a un retraso en la presencialidad de las clases en las aulas universitarias desde sus inicios en septiembre de 2020 hasta principios de marzo y abril de este año, fecha en la cual se regresó a ellas de manera presencial siguiendo las medidas preventivas y según cada comunidad autónoma.

La redacción y entrega del TFG es una de las mayores complicaciones que han tenido muchos de los universitarios, tal como confirman las encuestas y los resultados del curso anterior. Ello provocó que muchos alumnos sufrieran un batacazo en las notas y que muchas de las entregas fueran postergadas para segundas convocatorias, para convocatorias extraordinarias o para el siguiente y actual curso académico. Lo que supuso, así mismo, que muchos de los estudiantes que se vieron apurados optaran por algunas medidas alternativas como la compra de trabajos finales de grado o la compra de trabajos finales de máster. Empresas como UniversitariosEnApuros se alzaron como una solución para quienes no tuvieron la posibilidad de llevar a cabo un trabajo de campo a causa del confinamiento, así como para quienes no pudieron adaptarse a este cambio radical en el plan de estudios. “Muchos de los estudiantes afectados por esta situación han optado por nuestra ayuda para poder superar con éxito esta última etapa universitaria que tantos problemas les ha ocasionando a causa de la pandemia”, explican desde la agencia.

Por su parte, y teniendo en cuenta que en los próximos meses tendrá lugar la mayoría de las entregas de los trabajos finales de grado en la mayoría de las universidades españolas, algunos docentes han aprovechado para ofrecer varios consejos para realizar un Trabajo Final de Grado sin presencialidad y que el resultado obtenido sea un éxito. Algunos de estos tienen que ver con la transformación del espacio de trabajo para la realización del TFG y la defensa final, consejos sobre las pautas a adoptar en el momento de exponer, cómo realizar la presentación de diapositivas y cómo superar los nervios para obtener la matrícula de honor.

Adaptación del espacio de trabajo

El primero de los consejos en el que coinciden la mayoría de los docentes es la adaptación del espacio de trabajo. Tal como explican, muchos de los estudiantes optan por realizar sus trabajos en lugares que no son los más apropiados debido a las distracciones que se pueden generar en ellos, como en la cama, en la mesa del salón, en casa de otros/as compañeros/as… Los docentes explican que para comenzar un TFG sin presencialidad lo primero que se debe de hacer es adaptar el espacio de trabajo para que sea un lugar sin distracciones, cómodo y con buena luz. La iluminación es fundamental en el espacio de trabajo, sobre todo si se realiza de noche. En estos casos, la luz blanca es la más recomendada, ya que se parece más a la del sol y evita los dolores de cabeza. Ahora bien, esta puede generar problemas de insomnio al utilizarla por la noche.

Seguir las pautas de ejecución, preguntar dudas al tutor y comenzar con tiempo

Para la redacción del TFG, los docentes explican que es fundamental realizarlo con tiempo —siempre y cuando se quiera optar a una buena calificación—. Los docentes explican que la organización del tiempo es clave para conseguir los objetivos, así mismo, especifican que deben tener muy en cuenta la guía del TFG puesto que en ella se explica la estructura que debe tener el trabajo. Además, comentan, supone una parte importante de la calificación final que se tendrá en cuenta por el tribunal evaluador. Los docentes recomiendan que, ahora más que nunca, se planteen todas las dudas y cuestiones que puedan surgir al tutor. El tutor será la persona responsable de ir evaluando el trabajo final de manera progresiva y de ir indicando a los alumnos los cambios que deben realizar.

Tips a la hora de exponer un TFG

Los docentes explican, así mismo, algunos tips a tener en cuenta a la hora de exponer un TFG online. Entre ellos, comentan, es fundamental mirar fijamente a la cámara. Ello, añaden, da la sensación de que se esté hablando directamente con el tribunal evaluador. Hay que tener en cuenta, así mismo, que en la defensa del TFG no se evalúa el trabajo, porque este ya ha sido leído, sino la soltura del estudiante, si este mira a la cámara, su lenguaje y postura, su seguridad, su tranquilidad y las respuestas que proporciona ante las preguntas. Los docentes recomiendan, así mismo, utilizar vestimenta adecuada en la que se transmita una imagen de formalidad, pero siempre que resulte cómoda y le de confianza al estudiante. El tiempo, por último, es otro de los aspectos que se valoran en el momento de realizar la exposición del TFG. Es muy recomendado, explican los docentes, que el alumno se adapte a este y que sea capaz de hablar de los puntos más destacados de su trabajo.

Cómo hacer la diapositiva del TFG

También se tiene en cuenta la presentación realizada con las diapositivas y si esta resume los puntos más importantes. Los docentes recomiendan que esta sea dinámica, pero sin excederse, ya que puede causar distracciones —además de ralentizar la explicación y hacer que el estudiante no cumpla con los tiempos—. Así mismo, se deben evitar añadir grandes párrafos y que el alumno los lea. La diapositiva, añaden, es como un esquema que sirve de apoyo y habla sobre los aspectos más destacados y relevantes de un trabajo final de grado. Por tanto, concluyen, debe prestarse especial importancia a su realización.