¿Podemos adelgazar fácilmente tomando batidos u otros complementos alimenticios? ¿Qué son los alimentos detox? ¿Pueden los alimentos detoxificar y depurar nuestro organismo? ¿Qué son las propiedades saludables? ¡Para conocer la respuesta a todas estas preguntas sigue leyendo!

Existen ciertas épocas en las que parte de la industria se ha percatado de una necesidad inherente a la población de conseguir un peso saludable o bajar de peso sin más. Es por ello por lo que antes del verano, durante la vuelta al cole, fechas previas a la navidad o ya pasada ésta, las redes sociales se infectan de anuncios asociados a la pérdida de peso o bien observamos alimentos milagrosos con multipropiedades de dudoso fundamento.

Si las propiedades de estos alimentos no son coherentes, si nos lo venden no expertos en nutrición o en cualquier rama de la salud ¿por qué no ponemos en duda estos complementos alimenticios? ¿Por qué los compramos sin más? En este tema, el sevillano Julio Adame, autor de la frase que está haciendo arder las redes sociales, en especial entre los nutricionistas, nos puede ilustrar “De la vacuna que han preparado los mejores científicos de cada país no te fías, pero del batidito de herbalife que te ha vendido tu prima Antonia sí”.

Este artículo no trata sobre vacunas, trata del “batidito” y de otros muchos productos que se encuentran en su mismo cajón de “alimentos milagrosos fake”. En términos industriales son denominados como “complementos alimentarios” y a menudo los podemos encontrar bajo etiquetas que indican que tienen la propiedad de prevenir, tratar o curar una enfermedad e incluso indican que nos ayudan a adelgazar sin necesidad de hacer dieta.

Los complementos alimenticios

En primer lugar, vamos a definir qué es un complemento alimenticio, según la AESAN, un complemento alimenticio es un producto alimenticio que contiene gran concentración de nutrientes y se emplean generalmente para complementar la ingesta de tales nutrientes en la dieta normal.

Es decir son alimentos que concentran gran cantidad de ciertos nutrientes (altos en proteínas, ricos en omega 3, enriquecido en vitaminas o minerales) y que complementan a una dieta equilibrada en el caso de ser necesario.

Los complementos alimentarios y sus reclamos

Pero, continuando con aquello que nos interesa, ¿quién no quiere deshacerse de estos kilitos de más de una forma rápida y sin esfuerzo? Varias empresas están tan seguras como yo de que muchas personas levantarían la mano si se lanzase esta pregunta al aire. Es por ello que han ideado una serie de reclamos para dar con estas personas a las que van enfocadas todos sus productos. Vamos a ver diferentes ejemplos de reclamos para productos alimentos que nos llenan de falsas promesas y esperanzas.

Si eres adicto a seguir dietas de moda probablemente hayas oído hablar o leído sobre la dieta de los zumos verdes que, mediante reclamos como las palabras “healthy”, “green o verde” e incluso “eco” nos hacen pensar que no sólo estamos comprando un producto sano para nosotros, sino que además es sano para el medio ambiente. Estos zumos verdes, al igual que otros productos, se auto atribuyen la propiedad de ser “detoxificantes” y no sólo no mantienen lo que prometen –detoxificar el organismo–, sino que suman un alto aporte de azúcares si se consumen manteniendo una dieta normal.

No obstante, aparte de crear la necesidad de detoxificar el organismo, estos productos son en realidad un reclamo para un público que lo que realmente desea es bajar de peso. Por ello, podemos observar en el envase de estos zumos bien enfatizadas diversas etiquetas que pueden inducir a error –“detox”, “depurativo”, “ayuda a bajar de peso”, “efecto diurético”, “bloquea o quema la grasa”, “acelera el metabolismo”– es decir, estos productos hacen pensar a un consumidor confiado que va a conseguir su objetivo de una forma saludable y sin esfuerzo.

Un poco de legislación alimentaria

Pero, ¿Es esto cierto? ¿Nos ayudan a perder peso? Claramente, no, la reducción de peso que se observa al tomar estos suplementos es debida a que suelen recomendarse junto a estos productos un plan dietético muy bajo en calorías que no es para nada saludable y que generalmente no está controlado por ningún dietista o profesional de la salud.

Para llegar a una respuesta objetiva necesitamos conocer primero que estas etiquetas son denominadas “declaraciones de propiedades saludables” y son definidas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) como aquellas que relacionan un alimento o uno de sus componentes con la salud.

Esta agencia además registra una lista de propiedades permitidas –como por ejemplo, contiene fitoesteroles que ayudan a regular el colesterol–. Sin embargo, no se puede incluir cualquier declaración de propiedades saludables que le parezca al productor apropiada. Todas las declaraciones de propiedades saludables se deben someter a una evaluación exhaustiva basada en datos científicos sólidos y que realiza la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Desmontando propiedades detox, la detoxificación celular y el efecto depurativo

Si analizamos cada etiqueta por separado, podemos desmontar de forma fácil su premisa. El caso de las etiquetas “detox”, indica que el producto que estamos consumiendo va a eliminar toxinas de nuestro cuerpo. No cuentan con la objeción de que dicho efecto desafía completamente las leyes de la fisiología puesto que nuestro cuerpo ya tiene órganos encargados de eliminar toxinas.

Pero además, estos alimentos mágicos nunca indican qué tipo de toxinas van a “detoxificar”. Las toxinas tienen diferentes orígenes –toxinas alimentarias, toxinas ambientales, toxinas fúngicas, alcohol, pesticidas, gases, etc– y por lo tanto se tienen que eliminar de distinta forma a través del órgano que lo permita –riñón, hígado, pulmón, piel, etc–. De la misma forma podríamos desacreditar el presunto “efecto depurativo”, entendiéndolo como el proceso por el que se purifica o limpia el organismo.

En este mismo hilo, llama la atención una propiedad específica, la de “detoxificación celular” que parece haberse vuelto recurrente en los últimos meses. En primer lugar el paso de un compuesto presente en un alimento hacia el interior de una célula es un hito muy complicado puesto que es necesario que, el producto o las sustancias que lo componen, resistan el paso por el tracto digestivo, que sean absorbidos pasando a la sangre y entren en las células sin sufrir una degradación. Y en segundo lugar, las células tienen sus propios mecanismos de detoxificación, no necesitando más que algunas vitaminas y minerales para poder llevarlos a cabo.

El etiquetado de propiedades saludables en el marco de la ilegalidad

Dadas las evidencias presentes, ¿es legal que se indiquen todas o algunas de estas propiedades saludables en productos? Realmente no, puesto que, como ya hemos indicado no existen evidencias científicas que avalen dichas propiedades saludables.

Además, incumplen varias leyes, por ejemplo, la que impone la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que no permite usar ciertos conceptos –purificación, detoxificación, depuración– y por si esto fuera poco, también incumplen la legislatura española que prohíbe, entre otras, realizar declaraciones que sugieran propiedades adelgazantes, que aseguren una utilidad terapéutica, que proporcionen alivio o curación de una enfermedad o que indiquen que son sustitutos de una dieta equilibrada. ¡Ojo con aquellos batidos o preparados que indican que sustituyen a una comida completa!

Por otro lado, en numerosas ocasiones el producto en cuestión es vendido junto a una ficha en la que te indican sus maravillosas propiedades saludables, sin embargo, estas propiedades no las encontramos en el envase del producto. Ello es debido a que no es legal referirse a ellas en el envase y de esta forma huyen de la legalidad.

Una pastilla no nos va a ayudar eliminar grasa localizada, un café no es capaz de hacernos desaparecer varices, un batido no va a detoxificar nuestro cuerpo, una infusión no nos va a depurar.

De maravillas nutricionales a estrategia de marketing

Entonces, llegamos a la conclusión de que estos productos utilizan declaraciones de propiedades saludables como una mera estrategia de marketing similar a los reclamos de fibra óptica y telefonía móvil. Estos productos venden promesas que no se van a cumplir porque no es posible que se cumplan del modo que indican.

El éxito de estos productos recae en que a veces son promocionados por sanitarios –de dudosa reputación–, pseudosanitarios, e incluso no expertos en el tema que pueden ganarse la confianza del consumidor y convencerlo de las bondades de sus productos, siendo, bajo el punto de vista científico una estafa muy detoxificante para la cuenta bancaria de algunos, poco detoxificante para tu organismo. En definitiva, son una estafa.