En un informe, aprobado por la Comisión de Salud Pública y que recoge la evidencia científica, se destacan los efectos sobre la salud a corto y largo plazo.

El Ministerio de Sanidad, a través de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del SNS, ha aprobado un informe donde advierte de los riesgos de fumar cigarrillos electrónicos.

Según destaca el informe, elaborado por el Ministerio y las comunidades autónomas, el aerosol del cigarrillo electrónico contiene sustancias carcinogénicas, lo cual supone un riesgo a largo plazo en su consumo y exposición. También se advierte de diferentes efectos sobre la salud a corto plazo, como la enfermedad descrita como EVALI (Lesiones pulmonares asociadas al vapeo) en Estados Unidos.

La evidencia científica de los últimos años desacredita la idea basada en un artículo de 2014 que sugería que los cigarrillos electrónicos tienen un 80% menos de riesgo que el tabaco tradicional.

Deshabituación tabáquica

El informe también destaca que no existe una evidencia sólida de que los cigarrillos electrónicos tengan utilidad como herramientas para abandonar el tabaquismo. Por el contrario, aparecen cada día más evidencias de la toxicidad a corto y largo plazo de estos dispositivos, lo cual disminuye su interés como herramienta sustitutiva al tabaco tradicional, pudiendo potencialmente contribuir al mantenimiento o iniciación de la adicción a la nicotina. Así, existe el riesgo de que hagan perder la oportunidad a personas que quieran dejar de fumar pasando a consumir estos productos.

Consumo creciente entre los jóvenes

El documento también recoge los resultados de las últimas encuestas, que muestran que la mitad de los estudiantes de secundaria ha probado en alguna ocasión los cigarrillos electrónicos. El incremento de su consumo en adolescentes y jóvenes se debe a la baja percepción de riesgo que tienen frente a ellos. Se ha demostrado que constituyen la puerta de entrada a la adicción a la nicotina y al tabaquismo.

Por ello, el informe concluye que se debe seguir avanzando en la regulación de este tipo de productos para limitar el acceso de los jóvenes, evitando el efecto pernicioso de su publicidad y promoción.

Este informe actualiza la información del documento anterior, publicado en 2014. Recoge nuevos estudios independientes publicados en los últimos años, considerando entre otros aspectos los efectos sobre la salud que ocasionan los cigarrillos electrónicos, cuáles son sus patrones de consumo entre los jóvenes y población adulta y el peso de la evidencia sobre su eficacia como ayuda para dejar de fumar.

El trabajo ha tenido en cuenta el reciente informe del Scientific Committee on Health, Environmental and Emerging Risks (SCHEER) de la Comisión Europea sobre cigarrillos electrónicos, además del posicionamiento y las publicaciones de las diferentes sociedades científicas, tanto a nivel nacional como europeo, del Comité Nacional para Prevención del Tabaquismo (CNPT), de la OMS y de diferentes autoridades e instituciones sanitarias.

Así mismo va en línea con el documento de consenso adoptado en febrero de 2018, por acuerdo en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), sobre los cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado.

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