La alimentación es un importante factor a la hora de prevenir diferentes enfermedades, pero además existen diferentes alimentos que nos son realmente útiles a la hora de estimular nuestra salud y nuestro sistema inmunitario como es el caso del salmorejo, una receta fruto del azar extremadamente saludable.

Una receta singular

La dieta mediterránea es una valiosa herencia mezcla de la cultura romana y árabe entre otras. Es reconocida por la UNESCO como elemento representativo del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Pero, no es sólo una dieta, sino que se considera un estilo de vida equilibrado que recoge recetas entre ellas la del salmorejo. Esta receta ha sido tradicionalmente ligada a la gastronomía andaluza y es especialmente reconocida por su coloración roja. Sin embargo, no siembre ha tenido ese maravilloso color, ya que no es hasta el descubrimiento de América por el navegante Cristóbal Colon cuando los españoles entrarían en contacto con el tomate, y lo introdujeran lentamente en su alimentación. Hasta entonces existía un de majado blanco llamado mazamorra que llevaba miga de pan mojada en agua con vinagre y que a comienzos del siglo XX se transformó en un majado rojo por la incorporación casual del tomate. Actualmente, se elabora con 3 ingredientes que nos causan especial interés, el tomate, el aceite de oliva y el ajo, creando así una combinación totalmente azarosa que da forma a una peculiar joya en nuestra querida dieta mediterránea.

Un rubí en la dieta mediterránea

El salmorejo es reconocido por su bello color rojizo, debido al tomate con el que se elabora y que a su vez contiene un pigmento llamado licopeno. El licopeno es una sustancia química, que existe de forma natural y se encuentra presente en frutas y verduras con esta coloración rojiza como en las sandias, los pomelos rosas o los albaricoques. Su cantidad es especialmente alta en tomates maduros de un color rojo intenso. La importancia de este compuesto lo da su relación con la prevención de distintas enfermedades debido a que tiene un potente efecto antioxidante. El consumo de licopeno se asocia con la mejora de afecciones como cáncer, infertilidad, síndrome metabólico y daño hepático. Pero además, su consumo interviene en la prevención de enfermedades cardiovasculares, siendo eficaz para ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial.

El conocido oro líquido

Continuando con el segundo ingrediente estrella, el aceite de oliva virgen extra (AOVE), un gran representante de la dieta mediterránea. El AOVE es conocido como el oro líquido no solo por sus propiedades organolépticas insuperables, sino por la gran gama de efectos beneficiosos que se relacionan a su consumo. Para aquellos que no deseamos envejecer, su alto contenido en compuestos fenólicos, vitamina E y ácido oleico, permiten el retraso de este proceso tan natural de la vida. A ello se suman sus amplias aplicaciones terapéuticas ya que su consumo disminuye la inflamación que aparece durante procesos cancerosos, previene episodios cardiovasculares y es precursor de la buena salud en general.

La perla antibiótica

El ajo, es un ingrediente conocido desde hace tiempo por tener propiedades antibióticas, que son debidas a distintos compuestos solubles en aceite como las alicina o los ajoenos entre otros. Otras propiedades beneficiosas que se relacionan con este ingrediente son la disminución de la presión arterial, la regulación del colesterol sanguíneo y la estimulación del sistema inmunitario. Siendo esta última propiedad muy interesante debido a que el ajo es protector frente a enfermedades infecciosas respiratorias, como catarros y neumonías. ¡Quizá nos ayude a espantar a la Covid19 como si de un vampiro se tratase!

Mejor juntos y revueltos

A parte del interesante contenido en polifenoles, vitaminas y minerales que aportamos a nuestro organismo con estos tres estupendos ingredientes; se conoce que el licopeno es mejor absorbido por el organismo en presencia de alimentos grasos como el AOVE. Juntos van a formar una bomba repleta de propiedades saludables. Dado que la dieta mediterránea está repleta recetas de este tipo de combinaciones tan saludables como el salmorejo, el gazpacho, los sofritos y el desayuno andaluz, no nos extraña que sea considerada una herencia tan valiosa.

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