Una vecina de Pontevedra abofeteó a su hijo hasta provocarle eritemas en las mejillas, la causa: no querer entrar en la ducha. El caso fue entendido por la Audiencia de Pontevedra como violencia doméstica y la madre deberá cumplir dos meses de servicios sociales. 

Abofeteó a su hijo de 10 años por no querer ducharse y ha sido condenada por maltrato dentro del área de violencia doméstica, según La Voz de Galicia. Por no tener antecedentes, la Audiencia de Pontevedra ha decidido que la agresora permanezca dos meses realizando jornadas de trabajo en servicio de la comunidad.

Además, deberá cumplir una orden de alejamiento durante los próximos seis meses, en los que no podrá acercarse a su hijo a menos de 200 metros. La agresión aconteció en mayo de 2018, en la que el menor acabó con eritemas en las mejillas.