Jeringuilla / AP

Una mujer turca ha ingresado en prisión tras admitir que había inyectado lejía y jabón líquido a su bebé en diferentes partes del cuerpo. Ha reconocido además haber rajado con una navaja de afeitar a la pequeña al no sentir afecto por ella.

La mujer, Elif K., fue investigada dos veces por la policía y ambas veces ha vuelto a reunirse con su hija Eylul Miray. Finalmente, según ha publicado Daily Mail, la madre se entregó tras acudir con su hija al hospital y admitir que había torturado a la pequeña desde que tenía un mes.

«No podía amar a mi hija, no podía abrigarme con ella. Decidí torturarla», confesó Elif a los fiscales. «Desde que tenía un mes de edad, le inyecté lejía y jabón líquido en las orejas, la nariz y el ombligo,hasta que comenzó a sangrar. Entonces la llevé al hospital para recibir tratamiento. Cuando la dejaron volver a casa, continué torturándola. Le estaba inyectando lejía y jabón, además de cortarla con una navaja en la cabeza, los ojos, las piernas, los brazos y el pecho», confesó la mujer.

Tras varias visitas al Hospital con la pequeña, los médicos se negaron a permitir que Elif se acercara a su hija. A medida que aumentaban las sospechas contra ella, la madre decidió entrar en una comisaría de policía para entregarse.

Elif compareció ante el tribunal, donde fue declarada culpable de torturar a su bebé y enviada a prisión. Finalmente, se celebrará una audiencia para determinar su sentencia. Eylul ahora vive al cuidado de su padre Eray y, según informes, está empezando a recuperar su salud.