En la última campaña de IRPF, el número de declaraciones a favor de la Iglesia ha aumentado en 51.650, respecto a la campaña anterior. La asignación económica ha alcanzado los 267,83 millones de euros, un 4,4% más que el año pasado y que supone la cifra más alta desde el pasado 2007.
Datos que suponen que uno de cada tres tacha la casilla de la Iglesia en su declaración de la renta. La cantidad total ha batido el récord, alcanzando un valor de 267.834.192 euros, incremento de un 4,4% sus números respecto al pasado año 2017, que obtuvo 256,21 millones de euros.
El vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez, ha explicado que este gran aumento es fruto de la mejora económica que se está produciendo y al incremento general de la renta declarada en el IRPF por el conjunto de los contribuyentes.
El dinero que recibirá la Iglesia será enviado, en su mayor parte, a la diócesis, de cara a financiar las actividades de pastoral y pagar el salario de curas y obispos (en torno a los 900 euros por cada uno). El resto va para la Seguridad Social por el conjunto de los sacerdotes, Cáritas o medios de comunicación como Trece TV. Además, la Iglesia también aporta una parte a facultades eclesiásticas.