Hombre bebiendo cerveza / SA

Nguyen Van Nhat es un ciudadano vietnamita de 48 años que el día de Navidad entró en coma. Urgentemente, se le trasladó a un hospital de la provincia de Quang Tri, en el centro de Vietnam. Posteriormente, las analíticas confirmaron que registraba una fuerte intoxicación etílica que le provocaba un estada grave de salud.

Los médicos explicaron a sus familiares que había restos de metanol en el organismo de Van Nhat, pero por una cantidad 1000 veces superior al máximo recomendado. Es el compuesto alcohólico más sencillo y, aunque muy tóxico. El hígado no podía procesar todo ese alcohol tan tóxico, por lo que los médicos administraron al paciente tres latas de cerveza por medio de una sonda nasogástrica para compensar intentar eliminar ese exceso de metanol.

Los fabricantes de bebidas de cerveza cuentan con la tecnología suficiente para eliminar los restos de metanol. Por el contrario, las bebidas caseras elaboradas por particulares contienen ese alto grado de metanos que puede llegar a ser muy peligroso. Sucede entonces que el etanol se descompone en el cuerpo gracias a diversas enzimas, pero con el metanol ocurre todo lo contrario: una enzima lo convierte en un compuesto muy tóxico llamado formaldehído,lo que puede acarrear ceguera e, incluso, la muerte.

Finalmente, al paciente le fueron administradas hasta 15 latas de cerveza mediante una sonda.