A menudo, cuando los escritores publicamos un libro, nos enfrentamos a la pregunta de cuánto de autobiográfico hay en nuestra obra. La pregunta es redundante en sí misma, siempre se escribe sobre lo que se conoce, sobre tu propia experiencia o sobre la de aquellas personas que te circundan. Incluso cuando Kafka transforma a Gregorio Samsa en cucaracha lo que pretende es transmitir su propia forma de ver la vida.

Puede parecer que los escritores nos lanzamos a contar nuestra vida, pero no es así. Como dice García Montero, “la buena literatura convierte la historia personal en una experiencia humana colectiva”.

Y eso es lo que hace Ana Rosa Carazo en su poemario ‘A contrafuerte’, convertir su propio dolor, provocado por la dolorosa pérdida de su nieta en un accidente de coche, en un colectivo canto de rebelión contra la muerte.

Escribe Ana Rosa Carazo:

La pregunto a la Vida por tu vida
Y la Vida me dice que no sabe.
Interpelo a la muerte y me contesta
Que ella tan sólo realizó su oficio.
Las increpo ¿por qué?
Con cuchillos de llanto.
Y se encogen de hombros
Y siguen su camino.

Con una poesía desgarrada, “aniquiladamente viva”, como dice su autora, la poeta escribe a su nieta consciente de que sólo muere lo que se olvida.

No hay nada más humano que la muerte, que nos ha de alcanzar a todos, y, por eso, con el dolor autobiográfico de Ana Rosa Carazo todos empatizamos y nos rebelamos contra ella, ¿por qué te llevas lo que más queremos?

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Nace en Cádiz en 1981 y estudia Filología Hispánica entre la UCA y la UNED. Actualmente dirige los talleres de Escritura Creativa de El fontanero del Mar Ediciones. Organizador del festival poético...