Sr. Arturo Mas:
Le habla un andaluz. Uno de tantos de los que viven en esta tierra más próxima al continente africano que a la España que ridiculiza cuando siente la necesidad de hacer daño para sentirse mejor persona.
Como no le quiero robar mucho tiempo, iré directamente al grano: me parece un tanto infantil e incluso bochornoso ver como usted y otros políticos de su comunidad insultan a Andalucía amparándose en tópicos ya caducados (hablamos mal, no trabajamos, no pagamos impuestos, somos unos mantenidos, etc). Tópicos falsos y muy manidos que no sirven más que para arrancar salvas de aplausos en su Parlamento. Ese Parlamento que se convierte en un circo romano donde sesión tras sesión se vilipendia y se sueltan los leones contra el pueblo andaluz entre sonrisas y carcajadas.
Sinceramente, duele ver que hay políticos que cobran por burlarse públicamente de tu tierra. Partiendo de esta base, imagino que los catalanes también deberían sentirse dolidos al ver cómo sus representantes se dedican a atacar a otras regiones en lugar de luchar por la suya, en la que no hacen más que encubrir despidos e imponer recortes injustos en todos los ámbitos sólo porque no supieron gestionar en su momento los beneficios durante los años de bonanza económica.
Quiero pensar que no todo el pueblo catalán comparte sus pensamientos, porque enfrentar a dos autonomías por cuestiones ideológicas nunca le reportará mayor satisfacción que la de saber que ha humillado con sus palabras a millones de andaluces. Lo que quizás usted no sabe o le duele reconocer, es que muchos de esos andaluces a los que usted ofende emigraron hace años a Cataluña y desde allí luchan día a día para sacarla adelante desde fábricas y comercios.
Muchas gracias por su atención. No es para nada mi intención que comulgue con mi pensamiento. Es más, puede seguir faltándonos al respeto todas las veces que sean necesarias, porque indudablemente es el sello y la esencia de su carrera política.
Atentamente,
Moe de Triana