Querido Umberto Eco: no lo sabes, pero aquí estoy, escribiéndote. Hoy nos hemos clavado los ojos. Hoy has pasado a formar parte de mi colección de retratos. Retratos de las personas que me importan quizá un poco, quizá demasiado. Sí, desde que te leo. Sí, desde que descubrí tu sombrero italiano. Sí, desde que te siento próximo. Sí, desde que consigues que forme parte de tus letras. Lector in fabula. Sí, por facilitarme el valor que necesitaba como lectora.

Laura Rosal. 17 de febrero de 2010. De nuevo, odioso sol entrecortado. Maldita tormenta interminable. Umberto Eco es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla.  Eco: todo fascinación, todo ternura. Él, hablando un italiano emotivo. Yo, pescando palabras al vuelo. Enlazando frases que no termino de traducir. Con mi cámara, prestando la coherencia al resto. Bullicio. Codazos periodísticos. Risas. Aplausos. Señores académicos que te observan con curiosidad. Señores académicos que se quedan dormidos durante el discurso.

Paso el día entero siguiendo sus pasos. Mi máscara es mi cámara (casi un palíndromo). Llegar a salas abarrotadas. Abrirme un hueco. Colocarme entre los periodistas entrenados. Camuflarme tras el objetivo. Me agarro fuerte a la cámara, como si el resto temblara. Me adelanto. Me arrastro entre la gente. Decidida, clavo las rodillas en el suelo duro y gélido. El suelo de hielo y sus miradas de hielo. Au revoir, protocolo. Adoro los protocolos simplemente por el hecho de poder saltármelos. Contra el absurdo. Contra la posibilidad de hacer el ridículo. Clavarse como un espíritu. Ser antiacadémica. Desnudar la liturgia. Clavar la mirada altiva y eclipsada, nada de agachar la cabeza. Hoy no. Ser sin disfraz. Ser mujer, tener 21 años y ser fotógrafa. Vaya, qué descabellado esto que digo. Entonces, ¿qué hace uno de los fotógrafos de prensa haciéndome fotos a mí? ¿A qué estamos jugando? ¿Cazadores cazados?

Pero lo que más me atrae de Eco es su infinita curiosidad. “Non ci credere” -no te lo creas- le decía su padre. Eco crítico e inagotable. Pero hay demasiadas cosas que narrar hoy, así que mejor dejarlas reposar. Ser la sombra de las sombras. Ponerlo difícil, cruzar el límite: mirarte a los ojos. Gritar otra vez, en este susurro ahogado. Cazadora muda.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...