Aquello que comenzó como una mala tarde se ha convertido en una crisis en toda regla. Cuatro derrotas consecutivas, cero puntos de doce posibles en una racha que no se recordaba por estos lares.

Ismael F. Cabeza. Jornada 21: El Betis llega a Villarreal cansado aunque con la moral por las nubes después de dar una magnífica imagen tres días antes y una lección de fútbol a todo un F.C. Barcelona en Copa del Rey. Los de Pepe Mel disponen de varias ocasiones para haber sacado un resultado positivo pero las piernas cargadas no permiten finalizar jugadas que en otros partidos a buen seguro habrían terminado en gol. La derrota por 1-0 se califica como accidente, un mal día que se justifica por el enorme esfuerzo realizado ante los culés.

Jornada 22: El Granada pasa por encima de los béticos. Las instrucciones de Pepe Mel no son bien asimiladas o el mister no se explica bien, el caso es que los de la ciudad de La Alhambra están muy cómodos jugando a lo que más les gusta, el contragolpe rápido. Así llegan los tres tantos locales y la imagen del Betis sale tocada del Nuevo Los Cármenes. Pese al 3-0, se insiste en la versión del accidente y del mal día.

Jornada 23: Tras las dos derrotas consecutivas lejos de Heliópolis, llega al Benito Villamarín un equipo necesitado que no debería haber planteado excesivos problemas a los de Pepe Mel. Los onubenses se llevan los tres puntos gracias a un solitario gol del ex bético Dani y todas las alarmas saltan en La Palmera. La paupérrima imagen del equipo nada tiene que ver con la del arrollador comienzo de campeonato protagonizado por los de Pepe Mel.

Jornada 24: Las urgencias no son buenas consejeras y el Betis se planta ante su afición con la necesidad de cortar la sangría de resultados que le ha hecho perder el liderato y los puestos de ascenso directo. Llega el Elche al Villamarín y desde el minuto uno se hace acreedor de la victoria. El Betis demuestra que no es ni la sombra de lo que fue y sale vapuleado por los alicantinos por 1-4.

Cuatro jornadas, cuatro derrotas, un gol a favor -de penalti- y nueve en contra. Cero puntos de doce posibles en una racha que no se recordaba por estos lares. Aquello que comenzó como una mala tarde se ha convertido en una crisis en toda regla.

El próximo domingo (12:00 horas) toca rendir visita a un recién descendido venido a menos, el Real Valladolid del ex bético Juanito. Pepe Mel está trabajando en varios frentes para lograr recuperar a sus jugadores y convencerles de que son los mismos que hace poco arrollaban a quien se le ponía por delante. De momento Rayo Vallecano y Celta de Vigo no han aprovechado del todo el bajón bético, pero no creo que sesteen mucho más. La victoria en Pucela es ineludible para engancharse de nuevo a los puestos de ascenso directo.

No me cabe la menor duda de que la recuperación de Momo, Miguel Lopes y Emaná -el camerunés ya jugó el pasado sábado pero aún está a años luz de su mejor forma física- aportarán mucho al equipo y espero que los Jorge Molina, Rubén Castro, Jonathan Pereira, Beñat y compañía recuperen la frescura y el acierto que les hace ser los mejores de la categoría.

El ascenso a primera división no es importante, es vital para el futuro del Real Betis Balompié. Plantilla hay de sobra y los de Pepe Mel no deberían tener problemas para alcanzar el objetivo, pero hay que recuperar las sensaciones y los resultados más pronto que tarde para evitar sorpresas desagradables al final del campeonato. Y para ello qué mejor que empezar ganando al Valladolid el próximo domingo ante las cámaras de Canal +.

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