Las dos palabras que le faltan al Sevilla actualmente: casta para luchar en el terreno de juego y fichajes en el centro del campo para organizar el juego desde ahí.

Pablo Pozuelo. El Sevilla vuelve a encontrarse en una situación preocupante por enésima vez en la temporada. Si tras el ridículo en Barcelona el equipo ganaba dos partidos seguidos, ahora ha ocurrido todo lo contrario: dos derrotas consecutivas y las dos en casa y si tenemos en cuenta que en la última un Getafe en crisis le endosó tres goles, la cosa se agrava.

Si en la primera parte con hacer lo mínimo los sevillistas se fueron al descanso con un 1-0 a favor, en la segunda con apretar el Getafe un poco más remontaron el partido ante un pasivo Sevilla que estuvo andando más que corriendo y que solo tuvo un atisbo de espabilarse durante un tramo en el que ya iba con desventaja y que desapareció cuando Pedro Ríos marcó el definitivo 1-3. Si en el himno del Arrebato se dice que “nunca se rinde”, esto no se cumplió tras este último gol y a partir de ahí se vio a un equipo que deambulaba por el campo ante la desesperación de Gregorio Manzano, el cual creo que a pesar de todo está haciendo un buen trabajo y aplaudo lo que hizo el jueves en el entrenamiento el día después del Trofeo Antonio Puerta, cuya tercera edición se la llevó un equipo de Segunda, el Granada. La bronca que recibieron sus pupilos era más que justificada y ni eso sirvió para que mostraran una actitud decente el sábado ante los madrileños. Ni siquiera que un jugador como Drago haya criticado la falta de compromiso de la mayoría de la plantilla les ha hecho reaccionar. Como ya dijo el serbio, solo algunos de la “vieja guardia”, como la nombró él, se salvan de la quema. Los Kanouté, Palop…y entre los que incluiría de los nuevos a gente como Cáceres, Negredo y los canteranos, que muestran algo de interés por el equipo a diferencia de otros.

Y si grandes son los problemas de la actitud, también lo son los del centro del campo. El equipo necesita gente ahí que organice el juego y los que se han traído en verano, uno está lesionado y otro no está cumpliendo las expectativas que se esperaban de él, llegando a incluso plantearse su salida en invierno. Cómo estarán las cosas en esta zona que Manzano tiene que tirar de Kanouté para que ayude en el juego ahí como enganche, por lo que el malí tiene que moverse más por el terreno de juego, lo que junto a su edad puede provocar bastante cansancio. La situación es tan desesperante en el centro del campo que tenemos que desear ver jugando a Romaric, cosa que pasó ante el Mallorca.

Está claro que lo que hace falta son fichajes para solucionar el problema, pero según Monchi esto no es necesario y en lugar de ello se dedica a subirse el sueldo junto a otros miembros del Consejo, por lo que una afición harta se reveló contra el palco al grito de “más fichajes, menos sueldos.” Suena gente como Park Ji Sung, esperemos que esta vez sí se decidan a gastar en un fichaje en condiciones y se preocupen más de lo deportivo que de lo económico (eso sí, siendo cautos). Porque si hace unas semanas defendí a Del Nido por el tema de las televisiones, viendo los acontecimientos últimos parece que desde los altos cargos nervionenses haya más interés en este tema por el beneficio económico que por el deportivo. Además, los fracasos en el campo pueden suponer una falta de autoridad en este tema frente al resto de equipos y que no se tome en serio lo que diga el Sevilla.

Planteo una pregunta para los lectores: ¿debería ser esta una temporada de transición y realizar un cambio radical en la plantilla el próximo verano? Eso sí, con Manzano al frente un año más para volver a ser el tercer grande del fútbol nacional porque si las cosas siguen así, la zona Champions va a ser muy difícil de alcanzar otra vez. Opinen ustedes.

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