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Cuenta el saber popular que cuando algo se mueve como un perro, tiene cara de perro y ladra como un perro, lo más probable es que sea un perro. Es decir, blanco y en botella… Esto, que para la mayoría de los lectores será una perogrullada, parece no serlo tanto para algunos que continúan defendiendo lo indefendible en este tinglado en el que se ha convertido la actualidad extra deportiva del Real Betis Balompié.

Ismael F. Cabeza. Reuniones, traiciones, ceses, dimisiones, convocatorias y desconvocatorias de juntas de accionistas, ley concursal, demandas de ex-empleados del club, administradores judiciales, autos, fiscales, jueces, acusaciones, defensas, cooptados, impagos a jugadores… ¿Dónde queda el fútbol? ¿Dónde están las alineaciones, los goles, las tarjetas amarillas, los lesionados, los puntos, los fueras de juego…? Lo que está ocurriendo a nivel institucional lo sabemos todos y hace tiempo que el plumero de cada uno quedó al descubierto. El pie del que cojea cada mandamal lo conocemos de sobra, por lo que en esta ocasión deseo centrarme en el fútbol, sólo en el balompié. Porque, aunque a veces nos cueste recordarlo, no debemos olvidar que el Betis es un club de fútbol.

El Real Betis Balompié es el líder de la segunda división. Suma diecinueve puntos de veinticuatro posibles, con seis victorias, un empate y una derrota, mismos goles a favor que puntos y tan sólo ocho goles encajados. Números de ascenso que se pondrán a prueba en las próximas semanas. Los de Pepe Mel se enfrentarán de forma consecutiva a Salamanca (cuarto clasificado), Rayo Vallecano (tercero), Celta de Vigo (segundo) y Xerez. En mitad de estas etapas de montaña tendrá que disputar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el actual colista de la primera división, el Real Zaragoza de Toni Doblas.

Betis, Celta y Rayo Vallecano forman el trío de cabeza igualados a puntos (diecinueve). El Salamanca está situado a dos puntos y el Xerez, un recién descendido, está remontando el vuelo tras un inicio irregular. Estos guarismos dan fe de la importancia de los próximos compromisos de los de Heliópolis.

Sin ir más lejos, el domingo (Estadio Benito Villamarín, 12 horas, retransmitido por Canal +) el Betis regresará a El Helmántico. Salamanca fue protagonista de la última gran marcha verde y el próximo fin de semana puede suponer el afianzamiento de los de Pepe Mel en el liderato. El míster cuenta con las bajas seguras de Jonathan Pereira, Odonkor, Roversio y Salva Sevilla (aunque este último entrena con el equipo utilizando una férula en la mano lesionada) y recupera a Emaná e Iriney tras cumplir un partido de sanción.

Por lo visto hasta ahora en los entrenamientos, Mel podría cambiar el sistema de juego sacrificando las bandas puras y utilizando un 4-3-3 ó 4-3-2-1 con un trivote en el centro del campo y colocando por delante a Rubén Castro por la izquierda, Emaná por la derecha y Jorge Molina como hombre más adelantado. El once inicial sería el formado por Goitia, Miguel Lopes, Miki Roqué, Dorado, Nacho, Iriney, Beñat, Juande, Emaná, Rubén Castro y Jorge Molina. Quedan varias sesiones de entrenamiento por delante, por lo que el míster podría probar con otras combinaciones.

La plantilla sabe de la importancia de los puntos en juego. Sean cuales sean los elegidos a buen seguro mostrarán la actitud que tan buenos resultados ha reportado hasta ahora. Alguien dijo que la plantilla bética está formada esta temporada por hombres y no por nombres, algo de lo que adolecía el club de la Palmera en ejercicios anteriores. Hasta el momento los hechos le están dando la razón.

De salir airosos de las etapas montañosas que tienen por delante, los de Pepe Mel habrán dado un paso ni mucho menos definitivo pero sí importante en sus aspiraciones de regresar a la categoría que les pertenece, la primera división.

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