SEGUNDO MES

Hoy hace dos meses que estamos confinados. Aunque ya estamos en la fase 1 y dentro de dos semana pasaremos a la Fase 2, esto no se ha acabado. Todo está pasando demasiado deprisa. Con la alegría de salir fuera hemos dejado los aplausos por los paseos y llenamos las terrazas de los bares sin respetar las normas de distanciamiento.

Sin acordarnos de los muertos.

Miércoles, 15 de abril de 2020

DÍA 33

Hoy, miércoles, día del mercadillo- los gitanos-, debería estar dando vueltas, comprando ajos o buscando calcetines.

Después del desayuno recogí un poco y  repasé los guasas. Sobre las dos pusimos la mesa y calentamos el potaje.¡Estaba riquísimo!

Vimos la tele después de comer y cuando tomé el té, me puse a la lección de francés, un curso de un mes gratuito que he encontrado en “Le Petit Journal” y con el cual estoy repasando el francés básico. Muy entretenido.

Por la tarde jugamos al pin- pon, poco antes de empezar los aplausos. Ya me estoy soltando un poco y me dolía el brazo derecho y la cintura de tanto agacharme para recoger la pelota.

Nos tomamos una cerveza-recompensa después de aplaudir-y compartimos guasas y noticias en la cocina.

Se puso a llover y saqué mi paraguas nuevo y me hice una foto en el patio.

Sobre las nueve y media, ya estábamos sentados en el salón, viendo El Intermedio. A las diez solemos poner una película. Estuvo bien. Era de espionaje, de acción.

Miércoles, 22 de abril de 2020

DÍA 39

Otro día normal. Por no decir igual

También me levanté temprano, despertándome varias veces en la noche. Hoy le pongo remedio a esto. Me tomaré una pastilla entera en vez de media como vengo haciendo hasta ahora. Por lo menos que descanse para el siguiente día sino, encerrada, de mal humor y haciendo lo mismo…¡Vaya!

Ropa que tender y…¡ a la azotea!  Otro paseo por las nubes, digo por lo alto.

Me he pasado casi toda la mañana liada con el Vídeo del Club de Lecture, mareando a mi hijo que, se ofrece cada año a poner en pie este trabajo que llevamos en el Club: LEER POR PLACER. Sin su ayuda ésto no sería posible.

Pero está bien. Yo lo hago voluntario y ellos también. Contamos además con la inestimable ayuda de la Biblioteca que nos gestiona los préstamos de los libros, así que…¡no nos podemos quejar!

Ahora he vuelto, con esta calorcita a echarme una siesta en la cama. Nada, que no pego ojo, pero por lo menos, estirazo las piernas. Como decía mi padre: cuerpo tendío, si no duerme, descansa.

Miércoles, 29 de abril

DÍA 46

Hoy he salido, de nuevo. No lo hacía desde el martes pasado, que llovía y estrené mi paraguas nuevo. Salí a la pescadería.

Esta mañana,  me he levantado de buen humor, he decidido que sería un buen día para ir a comprar. También me pasaría por la farmacia.

Mucha más gente por la calle que el martes de la semana pasada. ¡Qué desastre! Tó dios en la calle. ¡Y a mogollón! Sin respetar la distancia, ni tomar medidas de seguridad.

Yo creo que esto  no puede ser bueno. Dentro de poco habrá más contagio…y más muertes. ¿por qué tantas prisas? Mi madre me decía que las prisas son malas consejeras.

Mucha tristeza, mucha soledad, todo muy extraño, pero la gente o no tiene vergüenza o no tiene muy claro la importancia de lo que está pasando. Hay gente que se pasa todo el día en la calle, yendo y viniendo a  un lado y al otro: ahora a la farmacia, ahora al super, ahora a la panadería, a la frutería.

Yo tengo miedo, miedo de esta incertidumbre de nos saber qué es lo que pasa realmente con el dichoso COVID 19 y el alcance de este virus.

¿Vamos todos a morir? Si, seguro.

¿Y qué hacemos encerrados tantos días? ¿Esperar que el viento-el virus nos lleve?

Estamos combatiendo a un enemigo invisible que juega con nosotros. Y con mucha más ventaja. Creo que lleva las de ganar.

Dicen que hasta que no se encuentre la vacuna, habrá nuevos rebrotes…

Miércoles, 6 de mayo de 2020

DÍA 53

Hoy me he lavado la cabeza y parece que se nota menos lo blanco del pelo. Ya mismo pediré a mi marido que me ponga otro tinte, porque  no pienso ir a  la peluquería en una buena temporá.

Hemos aplaudido hoy, como ayer, casi solos. La gente anda con la novedad de la “salía” y no tiene tiempo para otra cosa. También estamos muy cansados, digo hartos…eso es. Pero creo que debemos resistir un poco más . “Quien aguanta lo mucho, aguanta lo poco” . Mi hermana me ha mandado un guasa y yo la he llamado por teléfono y mientras hablaba he regado las plantas del patio, por aprovechar.

Mi hijo chico, el que vive en Madrid nos ha mandado  unas mascarillas, con un manual y un vídeo. Nosotros no queremos alarmarlos. Pero ellos se preocupan mucho.

Ay, dios mío! O “Diomio”, como  dice el italiano en la canción “La tendresse” que es la canción que cantan los franceses como señal de resistencia.

Mañana, esperemos,  será otro día. Que la cosa no vaya a más…depende de nosotros también. Haremos todo lo posible para que esto termine bien.

Miércoles, 13 de mayo de 2020

DÍA SESENTA (60)

Ahora he caído en la cuenta que tengo los dos bolsos en la cocina “muertos de risa”. Las veces que he salido a pasear, antes a la farmacia  o a por el pan, he llevado el dinero en el bolsillo o en el monedero. Terminé por pagar con tarjeta donde podía. También las monedas andan sueltas por la encimera de la cocina, en la peinadora y  en el lavabo. Hay cinco céntimos que se cayeron al principio y ahí siguen. ¿Para qué voy a cogerlos, si no los gasto?

Hoy ha estado lloviendo a ratos, aunque sin tormentas. Tantôt il pleut, tantôt il fait beau!  Así que hoy, pocos paseos.

Por la tarde-noche, a eso de la nueve, cuando los niños están ya recogidos, salimos a dar una vuelta, que tiene una que empezar a prepararse a las siete de la tarde para salir enmascarada y enguantada. Una guantá bien dá habrá que darle a La Covid esa el día que la pillemos. Por el momento hay que irla despistando, o evitándola, cuando menos. No podemos encararla porque es más fuerte que nosotros y se cuela entre cualquier descuido. Ahora que hemos entrado en la Fase I, nos hemos “estirazado” todavía más y hemos dicho ¡ala, a la calle!, como si no hubiera nada al acecho. Pero ahí está él. ¿Por qué le llaman ahora en femenino? Pero este virus sabe más y se cuela por cualquier esquina al tropezarte con gente, parejas, grupos de jóvenes desprotegidos que no llevan la mascarilla o  que no guardan la distancia de seguridad…

Esto es un caso, o un caos. Aquí cada uno campa a sus anchas y por mucho que Fernando Simón se esfuerce en presentarnos la cara más oscura de esta pandemia, de tanto oírlo hemos acabado por no hacerle ni caso.

¡Pues no está el horno pa bollos!, ni para tener que confinarse otra vez.

Que nuestros hijos están sin trabajo y no sabemos cómo van a salir de ésta.

Maestra, especialista de francés. Titulada por la Escuela Oficial de Idiomas, colabora en La Voz de Alcalá desde el año 2003 y en el periódico local 'La higuerita' de Isla Cristina desde el año 2010....