(Para enmiendas, las de La Constitución)

Este 2020 que acaba de empezar, año del gobierno, por fin, de cifras caprichosas para los supersticiosos, tendrá que ser un buen año, sobre todo para relanzar la economía, dicen. ¡Habrá que verlo!

A primeros de año solíamos hacer una lista con los nuevos propósitos-deseos-e intenciones que estábamos dispuestos a cumplir: dejar de fumar, ir al gimnasio y estudiar inglés.

Sin embargo yo ya he dejado atrás esos buenos propósitos de enero como por ejemplo  perder de vista esos kilos de más que, con intención o no, cogimos en las comidas navideñas.

-Que la Navidad no te impida ser feliz, me deseaba mi tía.

-Que nos veamos en la comida del año que viene, coreábamos.

Todos “echamos peste” los primeros días de La Navidad deseando que estos días pasen rápidos, pero todos acabamos, año tras año, engollipándonos con el pavo, si lo hay o el puchero, en su caso.

¿Por qué hay que hincharse de marisco?

En estas fechas tan señaladas, nos paseamos frenéticos por las calles comerciales llenas de luces y vamos de tiendas un día si y el otro también  para encontrar el regalo perfecto cuando nuestra intención-nuestro propósito-era no comprar ninguno. Y más tarde nos atiborramos de dulces y bebemos como si estuviéramos por cuenta.

Para este 2020, yo tengo un único y urgente propósito: Vivir, sin intención ninguna.

Me ponga como me ponga, pida lo que pida al nuevo año, yo ya estoy “tocando techo” y no precisamente de cristal. Por eso no desperdiciaré ni un sólo minuto  en desear algo en lo que nunca había creído: la felicidad puntual de estas fiestas.

Sin embargo, espero que vuestros deseos no sean muy ambiciosos para que puedan cumplirse en la medida de lo posible, según las posibilidades de los hados o los Reyes Magos.

Hay que disfrutar de este paraíso porque el tiempo, que todo lo dicta, vuela. Y al final, son dos o tres días ¡y alguno nublado!

Y para colmo nos anuncian que se van a congelar las pensiones y que Endesa  nos propone de nuevo aprender los bailes de la luz. Hay que estar atentos, día y noche para ver la fluctuación de los mercados a la hora de encender la Vitro o poner una lavadora…¡Manda huevos!

Si ya  hay que tener un máster en economía para entender el recibo…

No se a dónde vamos a ir a parar.

Otros nos aconsejan apostar por las energías renovables, ahorrar en calefacción, reciclar o apagar el wifi cuando no haga falta, hacer deporte y usar menos el coche, evitar las compras compulsivas y comer más sano.

Yo, con que pueda subir la cuesta de enero me conformo.

Daremos paso a los demás y les entregaremos el testigo del incoformismo y la rebeldía.

Porque como nos dejó dicho Moustaki, en su canción Il est trop tard,

…passe passe le temps, il n´y en a plus pour très longtemps!

Aunque, quizás todavía, mientras pueda escribir-o cantar-, mientras ame o sueñe, ¡habrá tiempo todavía!

Pendant que je chantais, pendant que je t’aimais
Pendant que je rêvais il était encore temps!

¡Y que el año 2020 sea próspero, para todos, de verdad!

Maestra, especialista de francés. Titulada por la Escuela Oficial de Idiomas, colabora en La Voz de Alcalá desde el año 2003 y en el periódico local 'La higuerita' de Isla Cristina desde el año 2010....