Fotograma de la película/SEFF'12

La cinta de Joachim Lafosse, que se estrenó ayer en el Festival de Cine Europeo (SEFF’12), presenta una temática original, pero sucumbe en la narración. La historia nos cuenta como André, un médico belga, acoge a un chico marroquí y le ayuda a formar su vida. Éste último se enamora, se casa y comienza a tener hijos.

La mujer, interpretada por Émilie Dequenne (su papel le valió el premio a la mejor actriz en Cannes, aunque tampoco es un prodigio), se acabará viendo acosada emocionalmente por André, al que la pareja se lo debe todo, por su marido, un tanto machista, y por su propios hijos. El peso de la familia recaerá exclusivamente en ella, lo que obviamente se traduce en un problema psicológico para la mujer.

El planteamiento no es malo. El problema es que a los dos minutos de película ya conocemos el final, y mientras éste llega ocurren muy pocas cosas. El relato avanza rápido, pero no así el contenido. Es una película que versa sobre los problemas psicológicos que puede causar una familia numerosa con un padre pasivo, pero la psicología brilla por su ausencia en todo el metraje.

Los constantes saltos de tiempo impiden construir mejor a los personajes, con los que el espectador no llega a empatizar. Además, falla el intento de cercanía hacia ellos con un sutil movimiento de cámara que más que funcionar molesta.

En general, ‘À perdre la raison’, que compite dentro de la Sección Oficial, es una película pasable, por su contenido original y sus interpretaciones. Pero se aleja de la opción de premio en cuanto comienza a fallar el montaje. Es decir, en los primeros dos minutos.

La película puede verse en doble sesión de 22:00 y 22:30 en Plaza de Armas.

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